La última vez que se vieron en persona fue en octubre, y su reunión este sábado allana el camino a una llamada entre los presidentes chino y estadounidense
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y su homólogo chino, Wang Yi, se reunieron este sábado en Bali para rebajar las tensiones entre las dos superpotencias, tras participar los días anteriores en una reunión de ministros de Exteriores del G20 marcada por Ucrania.
"En una relación tan compleja y consecuente como la de Estados Unidos y China, hay mucho de qué hablar. Tengo muchas ganas de tener una conversación productiva y constructiva con usted", declaró el estadounidense al inicio de la cita, recoge un comunicado del Departamento de Estado de EE.UU.
Blinken y Wang se reunieron el sábado por la mañana en Nusa Dua (una zona de lujosos complejos hoteleros al este de Bali), encuentro que extenderán con un almuerzo de trabajo, un tiempo en el que se espera que discutan sobre varias crisis, entre ellas la invasión rusa de Ucrania, las dificultades económicas globales y Taiwán.
"China y Estados Unidos son dos países importantes, por lo que es necesario que los dos países mantengan intercambios normales. Necesitamos trabajar juntos para garantizar que esta relación continúe avanzando por el camino correcto", resaltó Wang, al remarcar los principios de "respeto mutuo, coexistencia pacífica y cooperación voluntaria" entre ambas potencias.
La última vez que se vieron en persona fue en octubre, y su reunión este sábado allana el camino a una llamada entre los presidentes chino y estadounidense, Xi Jinping y Joe Biden, que se prevé que ocurra en las próximas semanas.
Desde el pasado mes, China y Estados Unidos han multiplicado sus encuentros; sus jefes de Defensa se vieron el mes pasado en una cumbre en Singapur, y también se han reunido sus máximos responsables de finanzas y seguridad nacional.
Durante las charlas este sábado entre Wang y Blinken, el estadounidense advertirá a China contra apoyar a su socio ruso en la invasión a Ucrania, según adelantó el equipo del secretario estadounidense.
Wang Yi se convirtió en los pasados días en Bali, durante la reunión del G20, en uno de los principales receptores de mensajes para Moscú, pues la mayoría de los jefes de la diplomacia asistentes prefirieron no reunirse con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, quien también estuvo presente.
China y Rusia mantienen una relación estrecha que llegó a ser definida por los líderes de ambos países a comienzos de año como una amistad "sin límites".
No obstante, aunque Pekín no ha condenado la invasión de Ucrania, sí ha pedido que pare la guerra, y en las reuniones de Bali algunos asistentes destacaron su rol "constructivo" en dicho respecto.
Antes del encuentro, Daniel Kritenbrik, el jefe de la diplomacia de EEUU para el este de Asia, dijo a los medios que Blinken buscará encontrar "puntos de contención" en la difícil relación entre las dos mayores economías mundiales.
Estados Unidos, dijo, "hará todo lo posible por asegurar que prevenimos cualquier error de cálculo que pueda derivar en un conflicto", añadió.
Uno de los puntos de mayor tensión entre ambos países es Taiwán, la isla autogobernada que Pekín reclama y no descarta invadir, y que Washington en principio defendería.