La sala de lo criminal anexa al Tribunal de Apelaciones de Salé (junto a Rabat) halló a Belhadj culpable de “constituir una banda criminal, preparar y cometer actos terroristas y atentar gravemente contra el orden público”, según informó la agencia oficial MAP.
Fuentes jurídicas explicaron que la sentencia condena a Belhadj, de 32 años, por los actos terroristas cometidos en España, ya que Marruecos no extradita a sus nacionales.
Belhadj, relacionado con el 11-M por haber alquilado el piso en el que se suicidaron siete responsables de la masacre, huyó a Barcelona tras este suicidio colectivo, que tuvo lugar el 3 de abril de 2004.
Después marchó a Bélgica, donde residen sus hermanos, y desde allí Omar Nakcha, jefe de una red de envío de muyahidines (combatientes islámicos), supuestamente le ayudó a trasladarse a Siria, lo que la Policía interpretó en su día como el paso previo a su entrada en Irak.
La Fiscalía había pedido una pena de 20 años de reclusión para Belhadj, al considerar que los cargos que pesaban contra él habían sido debidamente probados, incluyendo la propia confesión del acusado.
El abogado defensor había pedido la absolución de su cliente argumentando que él no conocía el plan para atentar.