"La mayoría de las víctimas, todos hombres, fueron asesinados a tiros", precisó la Fiscalía
Los cuerpos de 28 hombres muertos a tiros han sido descubiertos en el noroeste de Burkina Faso, una zona que suele ser objeto de ataques yihadistas, según informó la Fiscalía de este país de África occidental.
En un comunicado emitido a última hora del lunes, el Ministerio Público indicó que los cadáveres fueron hallados entre el 30 y el 31 de diciembre pasados en la ciudad de Nouna, capital de la provincia de Kossi, fronteriza con Mali.
"La mayoría de las víctimas, todos hombres, fueron asesinados a tiros", precisó la Fiscalía.
"Se ha abierto una investigación para identificar y arrestar a los autores de estos actos de increíble gravedad. En todo caso, se hará todo lo posible para que dichos autores respondan de sus actos ante los tribunales", agregó.
En otro comunicado, el Gobierno burkinés pidió "calma" a la población" en espera de los resultados de la investigación sobre "esta violencia inaceptable", y expresó su "solidaridad con el sufrimiento" de los familiares de las víctimas.
El Ejecutivo recordó que la tragedia de Nouna ocurrió en un momento en que el país ha lanzado una "operación de movilización de toda la población para una unidad de acción en la lucha contra el terrorismo".
El Colectivo contra la Impunidad y la Estigmatización de las Comunidades (CISC), una organización de la sociedad civil, aseguró que las víctimas murieron en un acto de "represalia" por un presunto ataque terrorista perpetrado en la noche del 29 al 30 de diciembre.
El CISC atribuyó esa venganza a "voluntarios por la defensa de la patria", civiles que apoyan al Ejército en la lucha antiterrorista.
Burkina Faso sufre frecuentes atentados yihadistas desde abril de 2015, perpetrados por grupos ligados tanto a Al Qaeda como al Estado Islámico, especialmente en el norte del país.
El país encajó dos golpes de Estado el pasado año: uno el 24 de enero, dirigido por el teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba, y otro el pasado 30 de septiembre, por el capitán Ibrahim Traoré, actual jefe de Estado del país.
La toma del poder por los militares tuvo lugar en ambas ocasiones tras el descontento entre la población y el Ejército por los ataques yihadistas, que mantienen desplazadas a más de 1,7 millones de personas, según datos del Gobierno.