El acuerdo, firmado en Pionyang en septiembre de 2018 entre el líder norcoreano Kim Jong-un y el expresidente sureño Moon Jae-in, fue un paso histórico
El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, ordenó hoy estudiar la posibilidad de suspender el acuerdo para reducir tensiones militares que Seúl firmó con Pionyang en 2018 si Corea del Norte vuelve a infiltrarse en territorio sureño, tal y como sucedió la pasada semana cuando el régimen envió al Sur cinco drones.
Así lo planteó hoy Yoon en una reunión informativa que mantuvo con integrantes de la Oficina de Seguridad Nacional, el Ministerio de Defensa, el Estado Mayor Conjunto (JCS) y la Agencia para el Desarrollo de la Defensa (ADD) sobre la preparación de Corea del Sur para repeler drones.
"El presidente Yoon Suk-yeol ordenó a la Oficina de Seguridad Nacional considerar la suspensión del acuerdo militar del 19 de septiembre (de 2018) en caso de que Corea del Norte lleve a cabo otra provocación que viole nuestro territorio", dijo en rueda de prensa la portavoz presidencial Kim Eun-hye.
El acuerdo, firmado en Pionyang en septiembre de 2018 entre el líder norcoreano Kim Jong-un y el expresidente sureño Moon Jae-in, fue un paso histórico para rebajar la tensión entre ambos vecinos, que siguen técnicamente en guerra, ya que el conflicto que los enfrentó entre 1950 y 1953 se cerró con un alto el fuego en vez de un tratado de paz.
El acuerdo llevó a las dos Coreas a eliminar puestos de guardia en torno a su militarizada frontera y a establecer, también junto a la divisoria, zonas de vuelo restringidas o área marítimas en las que se prohíben las maniobras y los ejercicios con fuego real.
Según la portavoz, Yoon también le pidió al ministro de Defensa, Lee Jong-sup, establecer una unidad de drones que lleve a cabo misiones de vigilancia y reconocimiento, así como el desarrollo y la producción de drones furtivos de pequeño tamaño de aquí a un año.
La infiltración del pasado 26 de diciembre ha desatado críticas sobre las capacidades militares de Seúl para repeler drones.
Ese día cinco drones traspasaron la frontera entre las dos Coreas y uno de ellos llegó a sobrevolar el norte de Seúl antes de retornar al Norte.
El ejército sureño desplegó aviones y helicópteros para seguir y derribar los otros cuatro en torno a la isla de Ganghwa, frente a la frontera marítima occidental, pero les acabó perdiendo el rastro debido a su pequeño tamaño (menos de 3 metros de ancho).
La tensión en la península se encuentra en máximos históricos tras un año en el que Pionyang ha realizado un número récord de pruebas de armas y en el que Seúl y Washington optaron por retomar sus grandes maniobras.