Según han informado fuentes judiciales, Itziar González, que hoy ha declarado como testigo ante la juez que investiga las presuntas irregularidades en la tramitación urbanística del Hotel, ha evitado vincular directamente sus discrepancias con el consistorio por este asunto con su dimisión, presentada el pasado mes de abril.
No obstante, ha reconocido que su oposición al proyecto hotelero, que en su opinión ocultaba intereses particulares pese a que Ayuntamiento y Generalitat defienden su utilidad pública, pesó en su decisión de abandonar el cargo de concejal, dadas las numerosas presiones recibidas durante el proceso, en el que, ha remarcado, pensó incluso que se dudaba de su lealtad.
Según la concejal, por el proyecto del Hotel del Palau de la Música recibió multitud de presiones, llamadas telefónicas y comunicaciones, tanto de altos cargos del consistorio, entre ellos del teniente de alcalde Ramon García-Bragado y del líder del grupo municipal de CiU, Xavier Trias, como de los ex responsables del Palau Millet y Montull.
La ex concejal del distrito de Ciutat Vella, arquitecta de profesión, promovió un proceso de participación ciudadana en el que los vecinos manifestaron su oposición al proyecto y, ha explicado ante la juez, desde que en 2007 accedió al cargo trató de corregir la operación, al considerar que no era conveniente para el barrio.
Pese a sus gestiones en ese sentido, ha confesado González ante la juez, en enero de 2009 recibió un correo electrónico desde el propio consistorio barcelonés en el que se le advertía de que el proyecto debía salir adelante porque contaba con el compromiso del ex primer teniente de alcalde Carles Martí.
Itziar González ha ratificado los correos electrónicos que figuran en la causa, de los que se desprende que recibió supuestas presiones para que no bloqueara el proyecto del Hotel, y también ha aportado algunos nuevos, en su mayoría mensajes rebotados desde el área de Urbanismo de Barcelona en los que Millet y Montull urgían a aprobar las modificaciones urbanísticas necesarias.
Concretamente, González, que ha precisado que nunca llegó a interpretar las presiones como amenazas, ha especificado que fue el cuarto teniente de alcalde, Ramon García-Bragado, una de las personas que más insistía sobre el asunto, y que incluso se había enfadado con ella por su oposición al Hotel, aunque ella se lo tomaba como una mera discrepancia ideológica.
De hecho, ha añadido, en septiembre de 2008 llegó a reunirse con García-Bragado y Millet, en un breve encuentro convocado por ellos en el que la ex concejal les expuso las conclusiones derivadas del proceso de participación vecinal, en el que se reunieron 3.500 firmas en contra del proyecto.
La ex concejal ha afirmado que también recibió un mensaje electrónico de Xavier Trias, en el que el líder municipal de CiU le subrayaba que la construcción del hotel de lujo junto al Palau de la Música era un proyecto interesante.
Entre la correspondencia que González ha reconocido figura una carta que ella misma envió en febrero de 2009 al alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, para advertirle de que la operación debía detenerse hasta comprobarse su legalidad, una vez supo por la prensa que la construcción del Hotel se había cedido a un particular.
El consistorio, ha agregado, le contestó que era muy difícil volver atrás en la operación urbanística para la construcción del Hotel.
De hecho, González ha señalado ante la juez que ha sido gracias a la Fiscalía que se ha podido parar el proyecto, cosa que ella no iba a conseguir.
Ante la juez instructora ha declarado también hoy el director del Consorcio del Palau de la Música de Barcelona, Joan Llinares, en una jornada de testificales que se ha abierto con la renuncia del abogado Pau Molins a seguir representando a Fèlix Millet tanto en la causa del Hotel como en la del saqueo de la entidad cultural.