Rascu -que huyó hace cinco años de Francia, donde fue condenado a 10 años de prisión, y en la actualidad vivía en Madrid bajo una identidad falsa- ha sido arrestado cuando abandonaba el gimnasio del barrio madrileño de Carabanchel donde entrenaba a diario y que también utilizaba como centro de reunión con otros integrantes de grupos mafiosos.
Según informa la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil, el detenido controlaba la red de explotación sexual en el Distrito 18 de París, que captaba a mujeres en Rumanía mediante falsas promesas de un trabajo digno y bien remunerado en Francia.
Tras ser trasladadas hasta el campamento de Saint-Denis, a las mujeres se les confiscaba el pasaporte y se les obligaba a prostituirse, golpeando e incluso violando a las que oponían resistencia.
La organización, además, les exigía unos beneficios diarios mínimos que en caso de no alcanzar les supondría una privación de alimento.
La captura ha sido posible gracias a la Brigada de Delincuencia Especializada.