Sorprendida y asustada por este hallazgo, puso el cuerpo dentro de una maleta, junto con varias pertenencias, y lo abandonó en una zona de monte bajo, muy poco transitada, situada en Binidalí, en la costa sur del municipio de Mahón, según ha declarado a la policía.
Los agentes del Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Baleares que han llevado a cabo la investigación del caso, lo han dado por resuelto, una vez identificados los restos cadavéricos y localizada la madre, que ha admitido los hechos.
Se trata de una mujer de 30 años, que reside en Mahón, tiene trabajo y pareja estable. En el momento de la muerte del niño, era madre soltera y llamaba “sobrino” a su hijo.