Normalidad el martes en el estreno del uso de las lenguas cooficiales en el Senado.
El PSOE, IU y los nacionalistas insisteron ayer en constatar la normalidad con la que el martes se estrenó en el Senado el uso de las lenguas cooficiales, una iniciativa que los grupos minoritarios quieren extender ahora al Congreso, en contra del criterio de los socialistas.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha defendido, ante el pleno del Senado, la utilización de las lenguas cooficiales en esta Cámara, porque la Constitución establece que “son todas ellas lenguas españolas”.
Zapatero ha subido a la tribuna al término del debate de la reforma del Estatuto de Autonomía de Extremadura para poner el acento en que el modelo autonómico hace posible el reconocimiento de la pluralidad territorial de España.
La polémica en torno a la utilización del catalán, el euskera, el gallego y el valenciano en el Senado ha sobrevolado el escenario político, donde el PP ha seguido manteniendo sus críticas a este sistema de traducción simultánea, especialmente por el coste que supone.
Cada sesión supone unos 12.000 euros, con siete intérpretes para las cuatro lenguas cooficiales y centenares de pinganillos para la traducción simultánea.
Del desembolso económico ha hablado la responsable de las cuentas en el Gobierno, Elena Salgado, en cuya opinión el dinero “no es el factor más importante” en un asunto como el de las lenguas, que son “una riqueza de todos”.
Una “riqueza” que los grupos de CiU, PNV, ERC-IU-ICV, más el BNG y NaBai, quieren ampliar hasta el Congreso y, para ello, han registrado una iniciativa que apuesta por recuperar la llamada fórmula Marín, que permitía una breve intervención en las lenguas cooficiales al inicio del pleno.
Pero la iniciativa no cuenta por el momento con el plácet del PSOE –y previsiblemente tampoco del PP–, por lo que no tiene visos de prosperar.
Los socialistas argumentan que el Congreso no es la cámara de representación territorial, como sí lo es el Senado, en palabras de su portavoz parlamentario, José Antonio Alonso.
“En el Congreso hay que hablar la lengua común, que es el castellano”, ha zanjado Alonso, quien ha loado la normalidad con la que se emplean las lenguas cooficiales en el Senado desde este martes.