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Viernes 15/11/2024
 
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Castilla-La Mancha, Barcelona y Sevilla, objeto de deseo a dos meses del 22-M

A dos meses de las elecciones del 22-M,las fuerzas políticas se emplean a fondo para ganar la batalla final.

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 A dos meses de las elecciones del 22-M,las fuerzas políticas se emplean a fondo para ganar la batalla final, sobre todo en las plazas donde la lucha se prevé más encarnizada, como la comunidad de Castilla-La Mancha o los ayuntamientos de Barcelona y Sevilla, objeto de deseo de los principales partidos.

Hace ya semanas que los partidos han puesto en marcha su maquinaria electoral, que en los últimos días están engrasando para cerrar, además del calendario de actos, sus estrategias para mantener los territorios que gobiernan y arrebatar al contrario aquellos en los que creen tener más posibilidades de victoria.

De hecho, el PSOE ha cambiado, de un día para otro, el diseño de su campaña e, incluso, llegó a anular el macromitin de Vistalegre con el que pretendía arrancar la precampaña y que iba a protagonizar el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

La intención es quitar a Zapatero de la primera línea política, a fin de que los comicios de mayo no se conviertan en un plebiscito previo a las generales.

Así, está por ver qué presencia tendrá finalmente el líder del PSOE en estos comicios, aunque fuentes socialistas han asegurado que será muy similar a la de otras citas electorales anteriores, con un Zapatero que se desplazará a todas las comunidades autónomas entre la precampaña y la campaña.

Pero la idea es que el protagonismo sea de los candidatos, de manera que la dirección federal del PSOE no descarta incluso que Zapatero actúe de "telonero" en parte de los mítines a los que acuda, para que sea el aspirante autonómico el que cierre el acto.

En cualquier caso, habrá que esperar hasta el martes 29, un día después de la convocatoria oficial de las elecciones, para conocer la nueva táctica de los socialistas, antes de que el 2 de abril el partido apruebe los programas marco en un Comité Federal marcado una vez más por el debate sucesorio.

Más claro lo tienen en el PP, donde su líder, Mariano Rajoy, pretende recorrer cada rincón de España en una campaña de apoyo a sus candidatos, bajo el paraguas de unas encuestas notablemente propicias.

Y aunque en la dirección nacional se apela a la prudencia ante esos sondeos, lo cierto es que existen pocas dudas en el seno del partido sobre la victoria del PP en el cómputo global de los sufragios, como antesala de las generales.

La madre de todas las batallas electorales será Castilla-La Mancha, en una lucha con un indudable "morbo" mediático entre el actual presidente, el socialista José María Barreda, y la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.

Ambos partidos manejan encuestas internas que les dan como ganador, pero otros sondeos externos conceden un resultado muy ajustado.

Si gana Cospedal, el PSOE perderá uno de sus históricos bastiones al haber gobernado la comunidad castellano-manchega en todo el período democrático, como podría ocurrir en la ciudad de Barcelona, donde los pronósticos le dan la Alcaldía al candidato de CiU, Xavier Trias, frente al actual regidor, Jordi Hereu.

También Sevilla está en la cuerda floja para los socialistas. Allí el debutante Juan Espadas (PSOE) se medirá con Juan Ignacio Zoido (PP), que ya se presentó en 2007.

Otro ayuntamiento que mantiene en vilo al PSOE es el de San Sebastián, toda vez que el PP no ha puesto ningún reparo en apoyar al PNV para arrebatar el sillón municipal a Odón Elorza.

No hay muchas dudas de que el PSOE mantendrá Extremadura y de que el PP revalidará la mayoría absoluta en Castilla y León, Murcia, La Rioja y Comunidad Valenciana, región esta última que, al parecer, no pasará factura a su actual presidente, Francisco Camps, por el asunto de los trajes y el "caso Gürtel".

Aunque el PP está convencido de que Esperanza Aguirre seguirá al frente de la Comunidad de Madrid, los socialistas echarán el resto en esta región dado el valor simbólico que tendría recuperar uno de sus antiguos graneros de votos.

Por contra, el PP tratará de hacerse con los gobiernos de Aragón, Asturias y Baleares, en manos hasta ahora de los socialistas gracias a acuerdos con otros partidos.

La irrupción de Francisco Álvarez Cascos en el panorama asturiano complica aún más las cosas para los candidatos de los dos fuerzas políticas mayoritarias, que, además, toman la alternativa el 22-M.

Tres regionalistas -Miguel Ángel Revilla en Cantabria, Paulino Rivero en Canarias y Yolanda Barcinas (también debutante en unas autonómicas) en Navarra- cuentan con posibilidades de ostentar la presidencia de sus comunidades, aunque seguramente con el concurso del PP o PSOE.

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