En una entrevista concedida a Europa Press, Rajoy asegura que para crear un clima de confianza "lo primero" que tiene que producirse es "un cambio de Gobierno", nombrar un Ejecutivo con personas de "la mayor competencia posible" y presentar un plan económico en las Cortes. "Eso va a dar seguridad, certidumbre de cara al futuro", ha enfatizado.
El presidente del PP advierte que ha llegado el momento de los "gobernantes de cuajo", con un "liderazgo claro", "determinación y coraje" para afrontar la crisis, que "fije objetivos y los cumpla" y que cree un "equipo competente" que ofrezca confianza.
De esta forma, Rajoy ha adelantado que prevé "dar la vuelta a la situación" en un "tiempo razonable", aunque cree que poner una fecha es "insensato" y "frívolo". No obstante, recuerda: "en el año 1998, dos años después de llegar al Gobierno, ya cumplíamos todos los requisitos para entrar en el euro y después se empezó a crear empleo de una manera importante".
En este contexto, ha querido dejar claro que la "certidumbre" no se genera por un decreto que apruebe un gobierno, sino con un Ejecutivo "que no improvise" y haga las reformas necesarias.
UN PRESUPUESTO QUE CUMPLA LOS OBJETIVOS DE DEFICIT
La primera medida será contar con un Presupuesto cuyo "objetivo prioritario" consistirá en "cumplir los objetivos de déficit público" con los que se ha comprometido España. "Yo asumo el compromiso del Gobierno de España" de cumplir con la UE.
Según explicó, "lo ideal" sería tener aprobado el Presupuesto el 31 de diciembre, pero "desgraciadamente no va a ser así". "No hay tiempo material para hacerlo", exclamó y argumentó que "ahí hay un tiempo muerto que no ayuda". "Lo ideal hubiera sido aprobar los Presupuestos antes", recalcó.
Sin embargo, tratará de contar con un Presupuesto "a la mayor brevedad posible" para que España "vuelva a ser un país fiable". Por ello, Rajoy prevé que su Gobierno lo tenga antes de marzo para poder aprobado en las Cortes en el primer trimestre del año.
PLAN DE CHOQUE INMEDIATO CON TRES PRIORIDADES Y UN OBJETIVO
Junto con este paso imprescindible, contar con un Presupuesto, Rajoy se ha marcado inicialmente "tres prioridades y un objetivo". Este último es "crecer y crear empleo para los próximos cuatro años". Para ello, pondrá en marcha de manera inmediata un "plan de choque" que incluye "tres prioridades": la primera, controlar el déficit público, de forma que España no gaste más dinero del que tiene. Para ello, modificará la Ley de Estabilidad Presupuestaria y pondrá "techo de gasto a todas las administraciones, que no podrán sobrepasar".
Acompañando a esa medida de estricto control de las cuentas públicas, Mariano Rajoy tiene previsto impulsar una Ley de Emprendedores, que facilite la creación de empleo. Su meta consiste en lanzar "un mensaje claro, contundente y entendible a los emprendedores, a las pymes y a los trabajadores autónomos". El dirigente popular está convencido de que "sin ellos, la salida de la crisis será muy difícil". Según ha precisado, esa norma "tendrá su parte fiscal" e incluirá una reducción del impuesto de sociedades para pymes en cinco puntos.
Además, irá acompañada de una "importante simplificación administrativa, de reducción de cargas burocráticas" y de la puesta en práctica de la "unidad de mercado". Normas todas ellas que "sirvan para hacerle la vida más fácil a los emprendedores".
La tercera será una Ley de Transparencia de las Administraciones Públicas para que los ciudadanos tengan "un conocimiento absoluto de en qué se gasta su dinero, qué contratos se hace o cuáles son los procedimientos de adjudicación".
A esas tres iniciativas inmediatas, Rajoy ha añadido la necesidad de "trabajar a fondo" la reestructuración del sistema financiero, apostar de forma "clara" por la educación, trabajar en la "unidad de mercado" y en una política energética que tenga en cuenta los costes de las energía.
NO TOCARÁ ASPECTOS SENSIBLES DEL ESTADO DEL BIENESTAR
El líder del PP ha querido dejar claro que quiere cumplir con su objetivo de reducir el déficit público sin subir impuestos y sin tocar aspectos sensibles del Estado del Bienestar como sanidad, educación o pensiones. "Yo, en este momento, no tengo previsto subir ningún impuesto", ha dicho, para añadir que si hay actividad económica y España empieza a crecer y a crear empleo, se recaudará más dinero y "eso servirá para reducir el déficit público".
En este sentido, ha explicado que "lo sensato" es "combinar" el aumento de los ingresos con la reducción de los gastos. Por ello, llevará a cabo una reducción del "gasto corriente y el gasto superfluo", reducirá "un sinfín" de organismos públicos "sin utilidad", hará una reordenación de la administración, eliminará muchas duplicidades y hará una oferta de empleo público "bien estudiada" para tener un Estado "fuerte", pero que no sea "inmensamente costoso". "Se trata --ha proseguido-- de manejar el dinero público como lo manejaría un buen padre o una buena madre de familia".
Ante la posibilidad de que la crisis pueda obligar a tocar aspectos sensibles del Estado del Bienestar como está ocurriendo en Cataluña, Rajoy ha afirmado rotundo que no tiene "el deseo de hacerlo". "Si crecemos y aumentamos los ingresos, las cosas cambiarán", ha reiterado, tras recordar que España ya vivió una situación parecida en 1996.
En este punto, ha puesto como ejemplo que durante el Gobierno popular, había un pensionista por cada seis nuevos cotizantes a la Seguridad Social, mientras que ahora, "con el PSOE, por cada tres pensionistas que se incorporaban, sólo había un cotizante". "Si hay gente que trabaja y cotiza, podemos mejorar las pensiones y si hay empleo, habrá más ingresos para Sanidad y Educación", ha apuntado.
A LOS BANCOS: SACAR LAS VIVIENDAS A UN PRECIO QUE SE PUEDAN VENDER
También ha dejado clara su intención de mantener como está el Salario Mínimo Interprofesional y asegura que la subida del salario de los funcionarios dependerá del crecimiento económico y la creación de empleo.
No desvela cuál será su propuesta en materia de vivienda para acabar con el stock, pero sí pide a los bancos que saquen al mercado las viviendas a un precio que se puedan vender. En materia de reforma laboral, apuesta por "mayor flexibilidad en las relaciones laborales, hacer convenios de empresas y un contrato que fomente la contratación indefinida y fije una indemnización razonable".
A fecha de hoy ve "difícil" bajar las tarifas eléctricas, pero se marca como objetivo bajar el coste de la energía y cortar la escalada del déficit tarifario.