Al menos 115 personas, entre ellas siete niños, han muerto en el cuarto y último día del alto el fuego pactado por el Gobierno de Bashar al Assad y el Ejército Libre Sirio (ELS) con motivo de la fiesta del sacrificio (Eid al Adha), según los Comités de Coordinación Local (CCL).
La ciudad más castigada ha sido Damasco, donde han fallecido 53 personas. De ellas, una veintena ha muerto en los atentados con bomba perpetrados el lunes en los suburbios de Al Hajar al Aswad y de Jaramana.
De las 62 víctimas mortales restantes, 27 han fallecido en Aleppo, la mayoría en el suburbio de Maghayer; 13 en Idleb; nueve en Homs; seis en Deraa; cuatro en Hama; y tres en Deir Ezzor.
Además, los CCL han documentado un total de 416 violaciones del alto el fuego, la mayoría en Damasco e Idleb, donde hasta 26 localidades han sido bombardeadas por la Fuerza Aérea, lo que constituye la peor ofensiva de este tipo desde el mes de agosto.
La organización opositora también ha denunciado cientos de ataques, 288 de ellos con artillería, 72 con fuego de mortero y 37 con cohetes, así como 207 tiroteos.
El pasado jueves, el Gobierno de Al Assad y el ELS pactaron 'in extremis' un alto el fuego con motivo de la fiesta del sacrificio. Sin embargo, desde que entró en vigor, un día después, ambas partes han denunciado su incumplimiento.
A pesar del acuerdo entre las principales partes del conflicto sirio, algunos grupos milicianos, como Ansar al Islam, ya adelantaron que no respetarían la tregua, por lo que continuarían con los ataques, a pesar de la celebración musulmana.