El presidente interino de Egipto, Adly Mansur, ha emitido este lunes un decreto por el que reduce de tres años de cárcel a 30.000 libras egipcias (unos 3.200 euros) el castigo máximo contemplado para quienes sean declarados culpables por insultar al jefe de Estado.
El Código Penal egipcio establecía hasta ahora, en su artículo 170, que quienes fuesen condenados por ofender al presidente deberían ser castigados con una pena de hasta tres años de prisión.
La enmienda aprobada por Mansur contempla multas de entre 10.000 y 30.000 libras egipcias (entre 1.100 y 3.200 euros), según una información de la agencia estatal MENA recogida por el periódico 'Al Ahram'.
La Red Árabe de Información sobre Derechos Humanos (ANHRI) cifró en 24 el número de denuncias interpuestas entre junio de 2012 y enero de 2013 --durante la presidencia del depuesto Mohamed Mursi-- contra periodistas y activistas por declaraciones supuestamente ofensivas. Un abogado pro Derechos Humanos citado por la agencia Reuters, Gamal Eid, ha cifrado en 28 los detenidos durante el año que Mursi permaneció en el poder --hasta el 3 de julio de 2013--, más que en el siglo precedente.
La ONG Human Rights Watch ha advertido de que el decreto aprobado por Mansur no es suficiente, ya que conidera que "en primer lugar insultar al presidente no debería ser un delito", según Reuters.