El Gobierno de Turquía ha ampliado este lunes su bloqueo a Twitter para incluir 't.co', el servicio acortado de la conocida red social, haciendo más difícil a sus usuarios esquivar la prohibición, según ha informado el diario turco 'Hurriyet'.
"Twitter usa el dominio 't.co' como parte de un servicio para proteger a los usuarios de las actividades dañinas, facilitar el ecosistema de los desarrolladores y como una señal de calidad para el surgimiento de 'tuits' relevantes e interesante", ha indicado la compañía a través de un comunicado.
Los enlaces compartidos en Twitter son automáticamente reducidos a un enlace con el modelo 'http://t.co', pero la decisión de Turquía de implementar un sistema de bloqueo basado en IP implica que muchos de los usuarios que podían acceder a la red social a través de atajos no podrán hacerlo a partir de ahora.
Las autoridades de Turquía bloquearon en la noche jueves el acceso a Twitter a sus ciudadanos, horas después de que el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, amenazara con "erradicar" ésta y otras redes sociales similares.
La Institución de Tecnologías de la Comunicación (BTK) anunció horas después que la razón del bloqueo de la red social es la negativa de la compañía a cumplir con los fallos de los tribunales tras varias denuncias por violación de la privacidad formulada por varios usuarios.
El presidente de Turquía, Abdulá Gul, usó poco después su cuenta de Twitter para declarar que el cierre de las redes sociales en Turquía es "inaceptable" y que el motivo esgrimido por el Gobierno turco para bloquear el microblog sólo se debería aplicar a páginas particulares.
Pese a ello, Erdogan ha mantenido su postura y su retórica contra las redes sociales y ya anunció hace dos semanas que el Gobierno podría prohibir Facebook y YouTube, al considerar que había sido utilizada por sus enemigos políticos después de que se publicasen a través de estas páginas grabaciones que demostraban su supuesta implicación en casos de corrupción.
Erdogan ha perdido popularidad a raíz de un escándalo de corrupción que ha polarizado a la sociedad turca y que marcará las elecciones municipales, que se han convertido en una suerte de referéndum sobre su mandato.