El veterano director José Luis Borau, que anoche recibió el Giraldillo de Honor del Sevilla Festival de Cine Europeo en reconocimiento a su carrera artística, destacó ayer las dificultades que siempre tuvo el cine y ejemplificó: “Tras el éxito económico de Furtivos no encontré productor”.
Ni tras un éxito como aquél se despejan los problemas, señaló Borau en conferencia de prensa, quien añadió: “Todo lo más surgen productores que quieren que hagas Furtivos de otra manera; me sugirieron una adaptación de Divinas Palabras, de Valle-Inclán, porque también salen tarados y todo eso”.
Precisamente, explicó que la Fundación que lleva su nombre, desde hace un año y medio, se debe: “Al afán de que no les pase a los demás lo que nos pasó a nosotros, que nos fue muy difícil entrar en el mundo del cine; nos decían que el cine no se aprendía en las escuelas, que no se explicaba en una pizarra, que el cine se aprendía llevándole bocadillos al director en los rodajes”.
Por eso, su fundación, con patronos como Iciar Bollaín y el escritor Marcos Giralt, se dedicará a otorgar becas –ya existe una con un año de estancia en la madrileña Residencia de Estudiantes, y otra para estudiar en la escuela de Barcelona– y a publicar textos sobre cine que no interesan a las editoriales comerciales pero que sean de ayuda “para estudiantes y estudiosos, que no son lo mismo”.
El director, profesor de guión, productor y guionista también dijo que la Fundación dispone de una biblioteca y un archivo y que se ofrece a conservar materiales como carteles, programas de mano, folletos y otros que muchas veces acaban en la basura.
Borau, que en breve ingresará en la Real Academia de Española, aseguró que esta semana ya ha entregado su discurso, tras corregirlo y abreviarlo, ya que lo escribió este verano y le salió muy largo, porque “ni las películas ni los discursos deben ser largos; las películas buenas porque así dejan con ganas, y si son malas para no hacer sufrir mucho rato”.
El escritor Mario Vargas Llosa será quien conteste su discurso, por lo que Borau recordó el inicio de su amistad, allá por 1972, cuando el peruano y José María Gutiérrez escribieron Pantaleón y las visitadoras como un guión de cine, que posteriormente su autor transformó en novela.
“Me llamaron para dirigirla y el guión me gustó no como guión, pero sí como idea: aquél barco-burdel al servicio de los soldados en la selva; fui con un productor a Perú y nos trataron muy mal, y la película no se hizo, pero todo eso lo contará Mario en su discurso...”, explicó Borau.
El cine en nuestro lenguaje será el título del discurso con el que sustituirá en la RAE al polifacético Fernando Fernán Gómez.
Como el festival de Sevilla ha programado un ciclo, Todo Borau, con sus nueve películas, aprovechó para asegurar que no volvería a ver ninguna de ellas, porque, consideró, hacer películas “equivale a fracasar” y comprobar eso “es un tormento tremendo”.