Los cancilleres de los doce países miembros de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) analizarán en una reunión extraordinaria buscar canales de dialogo entre Estados Unidos y Venezuela para favorecer "la paz y la concordia" en el marco del "respeto de los Estados" y la no intervención.
El ministro uruguayo de Relaciones Exteriores, Luis Almagro, que representa a Uruguay en la presidencia pro témpore del organismo regional, afirmó hoy a Efe que se prevé sea después de Carnaval cuando se ajusten las agendas de los cancilleres para tratar la situación de Venezuela tras las sanciones estadounidenses contra funcionarios de ese país.
Una comisión de la Unasur, formada por los cancilleres de Brasil, Ecuador y Venezuela, que contó con la presencia del secretario general del organismo, Ernesto Samper, propuso hoy en Montevideo favorecer un "dialogo directo" entre Estados Unidos y Venezuela que pueda servir "de mucho" para favorecer la paz y la tranquilidad en la región, según explicó el canciller ecuatoriano Ricardo Patiño.
Este encuentro se enmarcó en una visita de dos días del secretario general de la Unasur a Montevideo.
Así, Almagro, que no participó en la comisión pero que sí saludó a sus homólogos, recibió la propuesta de convocar una reunión extraordinaria con los cancilleres del resto de países para informarles de lo acordado en la reunión de hoy por parte de Samper, Patiño, el brasileño Mauro Vieira y la venezolana Delcy Rodríguez.
Este encuentro se ha realizado pocos días después de que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pidiera personalmente al representante de la Unasur y a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que establezcan un "escudo protector" alrededor de su país para "evitar agresiones".
El Gobierno de Barack Obama firmó en diciembre de 2014 una ley aprobada por el Congreso con sanciones contra funcionarios venezolanos considerados responsables de violaciones de derechos humanos en ese país.
Esas sanciones incluyen la congelación de activos y la prohibición de emitir visados a funcionarios del Gobierno venezolano.
"Se van a aplicar medidas por parte de Estados Unidos que merecen una reacción inmediata de Unasur y por esta razón nos hemos constituido en esta reunión y esperamos que nuestra acción favorezca a la paz, a la concordia y al diálogo, no solamente entre nosotros como Estados parte de Unasur, sino también evitar que países extrarregionales pudieran afectar esa tranquilidad, paz y estabilidad de nuestros Estados", dijo Patiño en conferencia de prensa.
A juicio de la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, en el encuentro de hoy se reiteró "un apoyo contundente" y un "rechazo" a la aplicación de las medidas unilaterales por parte del gobierno estadounidense.
"Nosotros informamos ampliamente a la comisión de cancilleres y a Samper de la posición injerencista de los Estados Unidos destinada a generar zozobra psicológica en la población venezolana, situaciones de penuria económica", indicó.
En la reunión entre Maduro y Samper, el pasado 5 de febrero, el presidente venezolano proporcionó al secretario de Unasur "datos, información, alguna muy confidencial" de "elementos muy preocupantes" y pronunciamientos de portavoces del Pentágono y del vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden.
Samper, por su parte, dijo ese mismo día que cualquier intento de desestabilización que se produzca en una democracia o contra un Gobierno contará con el "rechazo unánime" de todos los países de Unasur.
La democracia, la paz y los derechos humanos "forman parte de la trilogía fundamental" de la organización suramericana, recalcó el secretario de la Unión.
"Nosotros manifestamos nuestra profunda preocupación de cómo se están dando señales claras por parte de la administración estadounidense, incluso más graves que las que vivimos previas al golpe de Estado del año 2002", sentenció hoy Rodríguez.
Al respecto, Patiño aseguró que en el foro de hoy en Montevideo se reiteró al Gobierno venezolano, en la persona de la canciller, la voluntad de la comisión de cancilleres de Unasur más su secretaría general de seguir contribuyendo "al fortalecimiento del proceso democrático y del dialogo en Venezuela".
Ya en marzo de 2014, una misión de cancilleres de la Unasur mantuvo en Caracas conversaciones con el Gobierno, la oposición y actores económicos, sociales y religiosos, de las cuales surgieron una serie de recomendaciones, entre ellas deponer la violencia y respetar los derechos humanos y el orden democrático, en el marco de unas protestas contra el Gobierno que dejaron más de 30 muertos.