El informe de los forenses argentinos sobre las irregularidades en la investigación sobre la desaparición de 43 estudiantes en México ha dado alas para luchar a los padres, que hoy confesaron tener más certeza de que sus hijos están vivos, mientras el Gobierno mexicano acusó a los expertos de querer sembrar dudas.
"Ya estamos seguros de que están vivos nuestros hijos y no vamos a parar ni a tener miedo de las represiones, tope con lo que tope y lleguemos a donde lleguemos, pero ahora sí vamos a luchar más fuerte por nuestros hijos", apuntó Mario González, uno de los padres de los desaparecidos.
Los familiares de los 43 jóvenes organizaron hoy una conferencia de prensa para expresar su opinión sobre una serie de irregularidades denunciadas el fin de semana por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en torno a las pesquisas sobre la desaparición de los jóvenes el 26 de septiembre pasado en Iguala, estado sureño de Guerrero.
Además, tuvieron duras críticas para la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) mexicana, que hoy respondió a los forenses con un comunicado en que los acusó de querer sembrar dudas en torno a la investigación.
Entre otras cosas, la institución aseguró que los peritos del EAAF, una prestigiosa organización surgida en los años 80 en Argentina, sólo dominan las disciplinas de antropología, criminalística y genética, por lo que "sus alcances en conocimiento de otros dictámenes no son válidos como expertos".
Además, responsabilizó al grupo de no haber estado presente durante la recuperación de la bolsa con fragmentos óseos en el río San Juan el 29 de octubre de 2014, donde se encontraron restos presuntamente de los jóvenes.
Los peritos habían denunciado que la PGR los citó cuando ya estaban las bolsas abiertas y los restos esparcidos y siendo analizada por peritos de la propia fiscalía.
El fiscal general, Jesús Murillo, aseguró el 27 de enero que la PGR había comprobado científicamente que los 43 jóvenes fueron asesinados e incinerados por miembros del cártel Guerreros Unidos en un basurero del municipio guerrerense de Cocula y sus cenizas esparcidas en el río mencionado.
Sin embargo, el EAAF apuntó en su documento que hasta el momento "aún no tiene evidencia científica para establecer que, en el basurero de Cocula, existan restos humanos que correspondan" a los estudiantes, por lo que el caso no se puede cerrar.
Los padres de familia están con los peritos "al cien por ciento", dijo González, quien acusó a Murillo de "no creer a los argentinos" y sí "a los delincuentes", en referencia a los testimonios de criminales arrestados en los que se basa la hipótesis oficial.
"Los peritos tienen la plena confianza de los padres de los estudiantes. En sus varias décadas de trayectoria el equipo argentino nunca ha actuado sin rigor científico; la PGR, sin embargo, sí", apuntó por su parte el representante de los compañeros de los jóvenes, Omar García.
"La verdad histórica no ha sido establecida, no hay verdad científica de lo ocurrido. Siguen prófugos decenas de implicados, no se ha investigado la protección del Ejército a Guerreros Unidos", dijo García, citando algunos de los asuntos que todavía faltan por resolver.
En nombre de todos los presentes, exigió "respeto y condiciones óptimas" para que los argentinos puedan realizar su trabajo y que se proporcione a los miembros de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que acudirán a México en los próximos días, todos los peritajes del caso.
En este sentido, el representante de los padres, Felipe de la Cruz, se declaró preocupado por las represalias que pueda sufrir el EAAF, "porque sabemos qué tipo de Gobierno tenemos en México".
"Cuando algo no les sale bien (al Gobierno) y hay alguien que los denuncia, viene la represión, la presión. Todo lo que pueda sucederle al equipo de forenses argentinos, nosotros, los padres de familia, queremos hacer responsable al Gobierno de México", agregó.
Pese a los intentos de la fiscalía por cerrar el caso, añadió De la Cruz, los familiares buscarán "hasta las últimas consecuencias la justicia" y no van "a descansar hasta llegar a la verdad".