Cinco menores de entre 15 y 17 años y sin antecedentes judiciales fueron detenidos hoy dentro de la investigación por la profanación ayer de 250 tumbas de un cementerio judío de Sarre-Union (noreste de Francia), anunció el fiscal de Saverne, Philippe Vannier.
Todos son originarios de la zona, al igual que sus familias, y podrían enfrentarse a una pena de hasta siete años de cárcel en caso de que no se les aplique ningún atenuante por ser menores, indicó Vannier en conferencia de prensa.
Uno de ellos, de 15 años, acudió hoy a la gendarmería para entregarse y denunciar al resto de participantes, añadió el fiscal, según el cual su confesión no ha cerrado las pesquisas pero sí las ha acelerado.
Los detenidos no habían manifestado en el pasado ninguna convicción religiosa que permita justificar lo sucedido y de sus declaraciones se extrae, según Vannier, que pensaban que el cementerio estaba abandonado y que se percataron de que era judío en el momento de degradar las tumbas.
El joven que se entregó en la gendarmería al parecer confesó los hechos "impresionado" por las proporciones que ha tomado el caso y por las condenas procedentes de las principales autoridades del Estado, indicó el fiscal.
El grupo, cuya detención provisional podría prolongarse mañana otras 24 horas, se sirvió sobre todo de su propia fuerza para llevar a cabo el ataque, en el que destruyeron principalmente las estelas y abrieron algunos panteones.
El primer ministro de Francia, Manuel Valls, condenó hoy lo sucedido en una entrevista en la emisora "RTL", en la que instó a no ceder ante la división, hizo un llamamiento en contra del antisemitismo y aseguró a los judíos franceses que Francia es su hogar.