La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) pidió hoy a Gobierno y oposición venezolanos resolver sus desavenencias en las parlamentarias que se esperan para la segunda mitad del año, en una visita que también aprovechó para tratar de reimpulsar el diálogo entre las partes.
El secretario Ejecutivo del organismo, Ernesto Samper, encabezó una delegación integrada por los cancilleres de Brasil, Mauro Vieira; de Colombia, María Ángela Holguín; y de Ecuador, Ricardo Patiño, quienes acudieron a Caracas para tratar, como ya hicieron hace unos meses, de rebajar la tensa situación política que vive Venezuela.
Para ello, además de reunirse con Gobierno y oposición, sostuvieron encuentros con diversos poderes públicos, como el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), el Ministerio Público (MP) y el Consejo Nacional Electoral (CNE), organismos cuya actuación ha centrado muchas de las quejas por parte de la oposición.
La temperatura política en Venezuela subió varios grados en los últimos días con la detención del alcalde de Caracas, el opositor Antonio Ledezma, a quien se le acusa, junto con otros no chavistas de formar parte de un fallido golpe de Estado del que el Gobierno ha estado mostrando pruebas desde su desmantelamiento a principios de febrero.
Tras su reunión con el Gobierno, Samper declaró que para la Unasur es "fundamental" la celebración de las parlamentarias en el país ya que, aseguró, "creemos que ese es el mejor escenario para que se confronten las dificultades, para que confronten las diferencias políticas, se diriman las controversias".
Indicó haber recibido con "preocupación" la información presentada en los últimos días por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro sobre los intentos de desestabilizar la democracia venezolana.
"Frente a estas evidencias queremos declarar de manera enfática que todos los Estados de Unasur sin excepciones (...) rechazan y rechazarán cualquier intento de desestabilización de la democracia", aseguró Samper.
La oposición sostuvo la reunión con el organismo por la tarde en la sede de la nunciatura, a pesar de las acusaciones del portavoz de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba, de que Samper habría buscado provocarlos retirándo la invitación a la reunión a la coalición que él representa.
"El señor Samper al parecer vino aquí a montar una provocación contra la oposición venezolana para producir nuestra inasistencia a esta reunión", aseguró Torrealba a la entrada de una reunión a la que no pudo asistir.
El vocero de la MUD confirmó ayer a Efe que la MUD había recibido una invitación de la delegación internacional para esta reunión.
"Se hizo una invitación a algunos dirigentes políticos, a algunos representantes de partidos pero se omitió la invitación a la MUD, nosotros creemos que esto es una trampa (...) para que la reacción de la oposición venezolana fuera no asistir a esta reunión y luego decirle al mundo que nosotros no queremos conversar", aseguró Torrealba.
Para "desmantelar la trampa" señaló que la MUD resolvió "comisionar" a un grupo de sus integrantes como el dos veces candidato presidencial Henrique Capriles para presentar una serie de "puntos mínimos" a la delegación de la Unasur.
Además de elecciones como el camino para solucionar las diferencias, la delegación de Unasur acudió hoy a Caracas para tratar de reactivar el diálogo entre las dos partes que comenzó en marzo del año pasado a raíz de las protestas antigubernamentales que se extendieron durante varios meses.
Esas reuniones fueron congeladas por la oposición pocas semanas después a la espera de "gestos" por parte del Ejecutivo que plasmasen las conversaciones.
"Si quieren conversar con la oposición venezolana sepan que en la mesa de negociación estará Antonio Ledezma, estará Leopoldo López, estarán nuestros presos políticos representando la voz de nuestro país democrático", aseguró Torrealba sobre una de las condiciones para sentarse de nuevo con el Gobierno.
Contra López, líder del partido opositor Voluntad Popular (VP) y que forma parte de la MUD, recaen acusaciones por varios delitos relacionados con las protestas antigubernamentales de principios de 2014 y la fiscal general, Luisa Ortega, durante la reunión que mantuvo con la Unasur hoy aseguró que a él y a Ledezma, "se les ha garantizado el debido proceso y sus derechos fundamentales".