Rusia descartó hoy incluir el vino en el embargo a las importaciones de los alimentos perecederos procedentes de la Unión Europea (UE), Estados Unidos y otros países, en respuesta a las sanciones occidentales contra Moscú por su papel en la crisis ucraniana.
"Aún no producimos tanto vino como para satisfacer plenamente la demanda del consumidor nacional", dijo el ministro de Agricultura ruso, Alexander Tkachov, a un grupo de periodistas, al negar que el Gobierno tenga planes incluir nuevo productos en el embargo.
En los últimos días varios medios rusos apuntaron la posibilidad de que el veto a las importaciones podría hacerse extensivo al vino, al chocolate y a los dulces en general.
Una organización de vinicultores de la península de Crimea, anexionada por Rusia el año pasado, solicitó al Gobierno incluir el vino en la lista de los productos sujetos al embargo.
"A nosotros lo que nos importa son los intereses de los consumidores, y si vetamos el vino, o los dulces, ello puede influir negativamente en la situación alimentaria del país", dijo Tkachov
El pasado miércoles, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, decretó extender por un año el veto a las importaciones de alimentos perecederos de UE, Estados Unidos, Noruega, Canadá y Australia.
La medida fue anunciada después de que la UE prolongara por seis meses, hasta el 31 enero de este año, sus sanciones económicas contra Rusia.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso mostró "una profunda decepción" con esa decisión del consejo de ministros de Exteriores de la UE, y atribuyó la medida a las acciones del "lobby rusófobo" en el seno de los Veintiocho.