El exespía ruso Dmitri Kovtun, acusado del asesinato en 2006 en Londres de su antiguo colega Alexander Litvinenko, podría haberse ofrecido a testificar ante la Justicia británica para "obtener información" sobre este proceso, aseguró hoy la acusación.
Durante una vista celebrada hoy en el Tribunal Superior de Londres, el representante legal de la Policía Metropolitana, Richard Horwell, cuestionó las intenciones de Kovtun y puso en duda que continúe ahora colaborando.
El exagente ruso tiene previsto declarar ante esta instancia judicial del Reino Unido desde Moscú a través de videoconferencia los próximos días 27, 28 y 29 de julio.
No obstante, Kovtun está considerando cancelar esa comparecencia porque, según Horwell, ahora teme que podría violar la legislación rusa y las reglas de confidencialidad si testifica mientras está en marcha la investigación de Moscú sobre la muerte de Litvinenko.
"Nada de esto nos toma por sorpresa. Parece que la petición de Kovtun para testificar no era más que una maniobra para obtener tanta información sobre este proceso como pudiera", dijo hoy Horwell.
Las autoridades británicas acusan de este crimen a los antiguos agentes secretos rusos Andréi Lugovói y Kovtun, con quienes Litvinenko tomó el té en un hotel de Londres el 1 de noviembre de 2006, pero ellos niegan su implicación y Moscú ha rechazado su extradición.
Litvinenko, exagente del KGB, falleció el 23 de noviembre de 2006 tras ser envenenado con polonio-210.
La investigación judicial británica por esta muerte empezó el pasado 27 de enero con autorización del Gobierno de David Cameron, que en un principio se había negado a celebrarla por temor a dañar las relaciones con Rusia.
En las primeras vistas testificó la viuda, Marina Litvinenko, quien durante años pidió la investigación pública que ahora se efectúa para intenta demostrar, con la ayuda de sus abogados, que su marido y padre de su hijo Anatoly fue asesinado por orden del Kremlin por su campaña contra el presidente ruso, Vladimir Putin.