El portaaviones Charles de Gaulle, buque insignia de la armada francesa, que partió el miércoles hacia el Mediterráneo oriental para reforzar la acción de Francia contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI), estará operativo a partir de este lunes, indicó el ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian.
Le Drian no quiso precisar su plan de actuación, pero su presencia triplica la actual capacidad operativa del país y eleva a 38 su número de cazas disponibles.
El objetivo, según precisó en la cadena "i-Télé", es "destruir totalmente" al EI "a nivel global, no solo debilitarlo", algo para lo que, en su opinión, "todo el mundo necesita a todo el mundo".
Le Drian detalló que deben golpearse la ciudad iraquí de Mosul, núcleo de decisión política de la organización yihadista, y la siria Al Raqa, considerada el feudo de los yihadistas y el centro de formación de combatientes en el extranjero.
La acción francesa de principios de la semana, en las noches del domingo a martes, se centró en Al Raqa.
Además del incremento operativo que supone la llegada del portaaviones, Le Drian celebró la mayor cooperación con Estados Unidos y la actual "transparencia" en la transmisión de informaciones de inteligencia sobre Siria e Irak.
La guerra contra el EI, señaló, es "híbrida": "Es la primera vez que nos enfrentamos a un enemigo con dos cabezas. El EI es en primer lugar ese Estado apocalíptico, terrorista, en construcción, con un Ejército, una administración, que quiere ampliar su territorio".
Pero también "un movimiento terrorista internacional, emanación del EI, que quiere golpear el mundo occidental. Hay dos dimensiones y por lo tanto dos guerras diferentes en una sola. Está la guerra en la sombra (...) y el campo de batalla".
Le Drian insistió en que la victoria contra esa organización requiere presencia sobre el terreno, pero descartó que vaya a ser francesa.
Saludó además la inflexión en la política rusa: "Se han dado cuenta de que hay muchos rusófonos entre los terroristas, de que el Ejército de Bachar Al Asad se ha vuelto muy débil y con menos capacidad para proteger sus intereses".
El ministro añadió que Francia no es la única amenazada por el EI pero consideró que su país "ya no está solo" en su combate contra ese grupo, porque "ha habido una toma de conciencia" internacional sobre la necesidad de actuar.