Un tribunal indio ha absuelto a un estadounidense-paquistaní, que actualmente cumple prisión en Estados Unidos, por su implicación en los atentados de 2008 en Bombay (oeste) que causaron 166 muertos, a cambio de que revele todos los datos que conoce de los ataques, informaron hoy medios locales.
David Coleman Headley, condenado en 2013 a 35 años de cárcel en EEUU por ayudar a trazar el plan de los atentados, declaró ayer ante un tribunal de Bombay por videoconferencia desde una prisión estadounidense, según el diario Indian Express.
"He revisado los cargos contra mí en esta corte y son los mismos por los que fui condenado en Estados Unidos. Me declaré culpable en el pasado y admití mi participación (...) Acepto la responsabilidad por mi rol" en los atentados, dijo Headley ante el tribunal.
El acusado aceptó también testificar como testigo y señaló, para la sorpresa de los magistrados presentes en la corte de Bombay, que respondería "a todas las preguntas relacionadas con estos eventos" si era "absuelto" por el tribunal.
El fiscal especial Ujjwal Nikam pidió entonces un aplazamiento de 30 minutos para consultar la solicitud del acusado con la Policía, y a su regreso declaró que estaban "listos para aceptar la petición de absolución" con la condición de que aportara información de uno de los principales implicados en los atentados, Zabiuddin Ansari, alias Abu Jundal, que se encuentra incomunicado en una prisión de Bombay.
"Las pruebas de un cómplice como Headley serán de inmensa importancia para la Fiscalía. Resulta muy duro y complicado conseguir evidencias de ese tipo de primera mano", sentenció el juez G.A. Sanap en el tribunal indio.
Headley ya había conseguido evitar en EEUU una condena de muerte, una posible cadena perpetua o ser extraditado a la India, al colaborar con los fiscales y aceptar declararse culpable por uno de los atentados más sangrientos de la historia india, que dejó 166 muertos y 237 heridos.
La Fiscalía consideró demostrado que Headley, de origen pakistaní, jugó un papel esencial en la planificación del ataque durante los dos años previos al atentado armado del 26 de noviembre de 2008.
Los atacantes, vinculados al grupo extremista paquistaní Lashkar-e-Taiba, utilizaron rifles de asalto y granadas en un ataque que se prolongó durante 3 días a una estación de tren, un centro judío y el emblemático hotel Taj Mahal.