Cerca de medio centenar de personas murieron y varias decenas más resultaron heridas hoy al estallar un coche bomba frente a base militar en la localidad de Zlitan, situada al este de la capital libia, informaron a Efe fuentes de Seguridad.
Según su relato, el vehículo, al parecer conducido por un suicida, se empotró contra la puerta de la base, utilizada como centro de entrenamiento por la Guardia Costera, que lucha contra la inmigración irregular.
No existe hasta el momento una cifra oficial de víctimas, pero de acuerdo con la citada fuente y con medios de prensa locales hasta la morgue del hospital de la ciudad, situado a unos 175 kilómetros al este de Trípoli, han llegado ya "unos cincuenta cadáveres", tanto de policías como de civiles.
"Se pudo escuchar la explosión desde la ciudad de Misrata que está a 45 kilómetros al este de Zlitan", agregó la fuente, que elevó a más de 150 el número de heridos.
El atentado se produce en medio de una ofensiva lanzada el lunes por los grupos yihadistas libios afines a la organización Estado Islámico (EI) para hacerse con el control de los puertos petroleros de Ras Lanuf y Sidra, los más importantes del país.
Este intento de asalto, repelido por la Seguridad privada que protege las terminales, ha causado ya la muerte a más de una decena de combatientes de ambas partes y dejado al descubierto la falta de coordinación entre las fuerzas libias.
Según fuentes de Seguridad en la vecina ciudad de Ajdabiya, hasta seis depósitos de petróleo están en llamas en las dos terminales, que siguen bajo el asedio de las fuerzas leales a autoproclamado califa.
Los radicales, asentados en Sirte, capital del EI en la costa del Mediterráneo, conquistaron al inicio de la ofensiva la ciudad vecina de Ben Jawad, donde han instado el centro de mando.
El intento de asalto supone una intensificación de la ofensiva de los yihadistas en Libia, que en 2015 aprovecharon el conflicto político y militar entre los gobiernos rivales de Trípoli y Tobruk para asentar su posición y ampliar su territorio.
En el últimos doce meses, los radicales se han establecido en la localidad de Derna, fronteriza con Egipto, han penetrado en barrios de la ciudad de Bengasi, la segunda en importancia del país, y conquistado la mayor parte de Sirte, urbe costera situada a unos 450 kilómetros de Trípoli.
Además, han puesto cerco a las principales instalaciones petroleras del país y penetrado en la ciudad de Sabratha, a medio camino entre la capital y la frontera con Túnez.
En medio, la ONU, que emitió hoy un comunicado de condena del atentado en Zlitan, fomenta la creación de un gobierno de unidad nacional que acabe con el vacío de poder y aúne fuerzas contra los yihadistas, que hasta la fecha no la logrado el acuerdo de Trípoli y Tobruk.