La céntrica plaza Maithigar Mandala de Katmandú se convirtió hoy en el lugar de vigilia donde durante tres días cientos de velas permanecerán encendidas en recuerdo de los cerca de 9.000 muertos que dejó el terremoto que se produjo mañana hace un año.
El primer ministro de Nepal, Sharma Oli, inauguró el acto junto a cientos de personas que se acercaron para encender una vela y recordar a las muertos de una tragedia que dejó, además, más de 21.000 heridos y cerca de un millón de viviendas dañadas o destruidas.
"He venido aquí con mis amigos porque hoy recuerdo el día más doloroso de mi vida. Perdí a una amiga y siempre pienso en ella", dijo a Efe Atmaram Shrestha, un guardia de seguridad de 35 años.
Shrestha explicó que es un momento para recordar "a todos aquellos que se fueron" y para recordar la tristeza de aquel día.
Ajit Ghimire, un empresario de 35 años, acudió al lugar acompañado de su esposa "para tratar de volver a trasladar las condolencias a todos aquellos que perdieron a alguien".
Explicó que él no perdió a ningún allegado, pero quiso estar en el lugar para tratar de ofrecer sus respetos "a otra gente que sufrió, a la mayoría de la gente de Nepal".
Cerca de allí, en el parque de Tundikhel, que durante el terremoto se convirtió en el principal campamento de damnificados del país, hoy cientos de personas compartían un concierto y lanzaban globos de papel con velas al aire.
Otros actos de homenaje se han repetido en otros puntos de la capital nepalí y del resto del país.
Nepal conmemoró hoy, según su calendario, el primer año del terremoto, una fecha que según el almanaque occidental se cumple mañana.
El 25 de abril de 2015, Nepal sufrió la peor tragedia en 80 años cuando un terremoto de 7,5 grados en la escala abierta de Richter causó la muerte a miles de personas, especialmente en varios de los distritos más pobres del país.
El Gobierno cuantificó las pérdidas por el sismo en 6.600 millones de dólares y evaluó el costo de la reconstrucción en 7.000 millones.
El seísmo dejó cerca de un millón de casas destruidas, pero un año después, apenas 30.000 viviendas han sido reconstruidas o entregadas y el país aún no ha arrancado su proceso de recuperación.