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Miércoles 27/11/2024
 
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Paneles publicitarios de Río de Janeiro también sirven para matar mosquitos del zika

Desde hace un mes los cariocas pueden comprobar cómo poco a poco decenas de mosquitos van siendo capturados por los dos prototipos de este tipo panel que fueron inicialmente instalados en una calle céntrica y en otra de la zona norte de esta ciudad brasileña

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  • Aedes aegypti, el transmisor -

Unos paneles publicitarios capaces de atraer y matar al casi imperceptible Aedes Aegypti, mosquito transmisor de los virus zika, dengue y chikunguña, son la última invención de dos firmas de comunicación en Río de Janeiro dispuestas a darle una "respuesta práctica" a esta emergencia sanitaria.

Desde hace un mes los cariocas pueden comprobar cómo poco a poco decenas de mosquitos van siendo capturados por los dos prototipos de este tipo panel que fueron inicialmente instalados en una calle céntrica y en otra de la zona norte de esta ciudad brasileña.

Tras la experiencia exitosa, la agencia de comunicación NBS y la empresa de publicidad exterior Posterscope, las socias del proyecto, decidieron instalar otros cinco prototipos por otros barrios de la ciudad.

Se trata de su aporte ante la emergencia sanitaria que Brasil declaró contra el zika, una enfermedad de la que se han registrado 91.387 casos este año en el país, de los cuales 7.584 en mujeres embarazadas, que corren el riesgo de tener hijos con microcefalia.

Brasil es uno de los países más afectados por este virus, al que los científicos le atribuyen la multiplicación de los casos de microcefalia y otras anomalías genéticas en recién nacidos.

El Gobierno reconoce que por ahora la única arma contra el zika es el combate al mosquito que lo transmite, objetivo de los paneles.

Atraídos mediante la radiación de unas luces negras y de la emisión de una solución a base de ácido láctico, que reproduce el sudor humano, y CO2, que simula la respiración humana, los mosquitos son succionados a través de unos tubos situados en la parte superior del panel, que los arrastra hacia el interior del mismo y los mantiene presos hasta que mueren deshidratados.

La "solución perfecta" es capaz de atraer a los insectos ubicados a hasta cuatro kilómetros a la redonda, explicó a Efe el socio y vicepresidente de creación de la NBS, André Lima.

El aparato fue instalado en los marcos publicitarios colocados en las aceras y comúnmente usados por otras empresas, una "simple adaptación" de tecnología para aprovechar mobiliarios que ya están "instalados por la ciudad entera" y que se encuentran a la "altura exacta del vuelo del mosquito" (unos 120 centímetros), añadió.

Pese a no poder facilitar una cifra exacta, Lima calculó que estos paneles pueden matar una media de 100 mosquitos al día, lo que considera una cifra insuficiente si la población no presta atención a las campañas de prevención contra el mosquito y no toma medidas para combatirlo.

Los ciudadanos que paseaban cerca del panel instalado en una concurrida calle del centro de Río a los que Efe entrevistó no habían reparado en este novedoso sistema.

Sin embargo, aquellos a los que sí fue presentado alabaron la iniciativa y expresaron su deseo de que más empresas se unan y lo repliquen para combatir al mosquito.

Además, las dos empresas pioneras pretenden que otras entidades sigan su ejemplo y repliquen el prototipo, por lo que, por medio de "creative commons", ya han presentado los planos del panel y la composición de la solución para que la gente no tenga que pagar por los derechos para copiar dichos artefactos.

"Más allá del discurso, tenemos que buscar respuestas concretas", explicó André Lima, alegando que hablar sobre la importancia de combatir el zika es necesario, pero más importante incluso es actuar contra este problema.

Respecto al precio, aseguró que se trata de un "costo bastante aceptable", tras lo que añadió que, si más empresas quisieran participar, "el precio caería mucho" y sería más fácil que más firmas se unieran a la iniciativa.

El hecho de que los Juegos Olímpicos de agosto próximo se celebren precisamente en Río de Janeiro, que recibirá a miles de personas de todas las partes del mundo, aumenta la presión sobre las autoridades brasileñas para que reduzcan la amenaza del zika, en momentos en que también están enfrentando un brote de la gripe A y una grave crisis económica y política.

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