La nave rusa Soyuz MS-02, con tres tripulantes a bordo, se acopló hoy con éxito a la Estación Espacial Internacional (EEI), informó el Centro de Control de Vuelos Espaciales de Rusia.
El acoplamiento se produjo a las 12.58 hora de Moscú (09.58 GMT) en modo automático, tal y como estaba previsto, precisó Roscosmos, la agencia espacial rusa.
La Soyuz, lanzada el pasado miércoles desde el cosmódrono de Baikonur (Kazajistán), llevó a la EEI a los miembros de la expedición 49/50, integrada por los rusos Serguéi Rízhikov y Andréi Borisenko, y el estadounidense Shane Kimbrough.
Los recién llegados serán recibidos a bordo de la plataforma orbital por sus actuales inquilinos: el ruso Anatoli Ivanishin, el japonés Takutya Onishi y la estadounidense Kathleen Rubins, quien lleva más de tres meses en el espacio.
Las escotillas serán abiertas después de que se verifique el hermetismo del acoplamiento y se iguale la presión de la nave tripulada con la de la plataforma orbital, proceso que habitualmente dura un par de horas.
El programa ruso de la expedición 49/50 incluye más de 50 experimentos científicos en distintas áreas, incluidos el cultivo de pimientos en condiciones de ingravidez y el control remoto de aparatos para la exploración de otros planetas desde la plataforma orbital.
Los nuevos inquilinos de la EEI tendrán que ocuparse también de recibir varias naves no tripuladas con carga vital para la estación: la rusa Progress, la estadounidense Dragon y la japonesa HTV.
A bordo de la MS-02, la segunda nave de la nueva generación de Soyuz, los cosmonautas rusos llevaron a la EEI un fragmento de las reliquias del santo ortodoxo Serafín de Sárov, que les acompañará durante su permanencia en el espacio y que traerán de regreso a la Tierra al término de la misión en la plataforma.
La EEI, un proyecto de más de 150.000 millones de dólares en el que participan 16 naciones, actualmente está integrada por 14 módulos permanentes y orbita a una velocidad de más de 27.000 kilómetros por hora a una distancia de 400 kilómetros de la Tierra.
La órbita de la plataforma es elevada cada cierto tiempo con ayuda de los propulsores de naves acopladas a ella, ya que la EEI pierde diariamente entre 100 y 150 metros de altura debido a la gravitación terrestre, la actividad solar y otros factores.