El número de muertos en el incendio que arrasó el viernes pasado un almacén en el que se celebraba un concierto en la ciudad californiana de Oakland (Estados Unidos) ha aumentado a 36 y es muy probable que siga al alza, informaron hoy las autoridades.
"Hemos confirmado 36 víctimas mortales", aseguró en rueda de prensa Johnna Watson, portavoz de la oficina de policía de Oakland, ciudad vecina a San Francisco.
Tras el incendio, la estructura del edificio se encuentra en una situación muy precaria, por lo que las labores de rescate de los cadáveres han tenido que ralentizarse.
Las autoridades, que han elevado progresivamente el número de víctimas a lo largo del fin de semana, consideran que es muy probable que haya más víctimas mortales.
"Definitivamente creemos que el saldo mortal será mayor", agregó Teresa Deloach Reed, jefa del Departamento de Bomberos de Oakland, a medida que avanzan los equipos.
El fuego se desató antes de la medianoche del viernes en el barrio de Fruitvale en Oakland, en un gran edificio que albergaba estudios de artistas y en el que se cree que había decenas de personas que disfrutaban de un concierto de música electrónica.
Como consecuencia de las llamas, el techo del almacén, conocido como "Oakland Ghost Ship" ("El Barco Fantasma de Oakland"), se derrumbó, lo que está complicando las labores de los equipos de rescate.
Antes del suceso, los vecinos de la zona se habían quejado numerosas veces por el edificio, especialmente en relación con la acumulación de basura y escombros en la calle, reveló este sábado el concejal del distrito, Noel Gallo.
Más de 70 bomberos participaron en la extinción del fuego, que se considera el más grave que ha sufrido Oakland en su historia, superando el que en 1991 causó 25 muertos y arrasó miles de casas en las colinas de la ciudad.