La Cámara de los Comunes británica suprimió hoy del proyecto de ley del "brexit" las enmiendas que garantizaban los derechos de los ciudadanos comunitarios en el Reino Unido y otorgaban al Parlamento el poder de vetar el futuro acuerdo sobre la salida de la Unión Europea (UE).
Por 335 votos a favor y 287 en contra, la cámara, con mayoría conservadora, eliminó la enmienda sobre los europeos, mientras que el anexo que permitía al Parlamento bloquear el "brexit" quedó descartado por 331 votos a favor y 286 en contra.
Está previsto que la ley regrese esta misma noche a la Cámara de los Lores, que podrían dar su visto bueno definitivo al texto que permitirá a la primera ministra, Theresa May, activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa, formalidad que dará inicio al "brexit".
A pesar de que se había especulado que la conservadora May podría dar ese paso mañana mismo, un portavoz de Downing Street señaló hoy que el Gobierno tiene previsto hacerlo a finales de marzo.
May ha asegurado que espera mantener el actual estatus de los comunitarios que viven en el Reino Unido tras el "brexit", pero negociará primero con Bruselas medidas recíprocas para los británicos en el resto del continente.
Sobre la mesa estarán el derecho a residir en el Reino Unido, el acceso a servicios públicos como la sanidad y la educación, así como la capacidad de poseer empresas y tener propiedades, entre otros asuntos.
El Ejecutivo también se ha comprometido a someter a una votación parlamentaria el acuerdo al que llegue con Bruselas antes de ejecutar la salida de la UE, pero prefiere no estar obligado a hacerlo por ley.
El ministro para el "brexit", David Davis, afirmó hoy en ese sentido que el Gobierno no debe llegar a la mesa de negociaciones con las "manos atadas".
A pesar del compromiso del Gobierno británico para llevar el futuro acuerdo al Parlamento, la enmienda que había aprobado la Cámara los Lores iba un paso más allá, al establecer que los diputados podrían vetar la salida de la UE en caso de que no se firme ningún pacto cuando termine el plazo de dos años.
Davis ha avanzado que el Gobierno prepara planes de contingencia para ese escenario, aunque lo considera "improbable".
El laborista Hilary Benn afirmó por su parte que las leyes aprobadas por el Parlamento no son "cuerdas" para atar al Gobierno, sino "parte de la democracia".
Benn criticó que "aquellos que antes del referéndum argumentaron que salir (de la UE) devolvería la soberanía nacional" al Reino Unido "ahora están entusiasmados con hacer desaparecer la democracia".
Stephen Gethins, del Partido Nacionalista Escocés (SNP), afirmó que aprobar la ley sin ninguna enmienda es "entregar al Gobierno un cheque en blanco en uno de los asuntos más cruciales que ha debatido nunca este Parlamento".
La líder del SNP, Nicola Sturgeon, avanzó esta mañana su intención de promover un segundo referéndum sobre la independencia de la región, un anuncio que, según el portavoz de Downing Street, no condiciona el calendario de May para iniciar el "brexit".