El Departamento de Justicia de EE.UU. baraja presentar cargos contra el fundador de Wikileaks, el australiano Julian Assange, por su rol en diversos robos de información clasificada, según revelaron hoy algunos medios estadounidenses.
La investigación contra Assange data de 2010, cuando Wikileaks publicó 470.000 registros de las guerras de Irak y Afganistán, 250.000 cables del Departamento de Estado y otros documentos clasificados que supusieron un revés para la diplomacia estadounidense.
El Departamento de Justicia renunció entonces a la posibilidad de presentar cargos contra Assange al considerar que la publicación de documentos clasificados es una práctica habitual en los medios de comunicación y que el australiano se acogería a la Primera Enmienda de la Constitución de EE.UU. que protege la libertad de prensa.
No obstante, la CNN y el The Washington Post revelaron hoy que los fiscales estadounidenses tienen ahora una visión diferente sobre el caso ya que consideran que el rol de Wikileaks no ha sido solo el de publicar documentos sino que también ha participado en su robo.
El rotativo washingtoniano imputa ese cambio a la publicación en marzo de miles de documentos que describieron un supuesto programa secreto de espionaje de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) destinado a penetrar mediante un sofisticado software en teléfonos inteligentes y ordenadores conectados a Internet.
WikiLeaks afirmó que sus documentos revelan cómo la CIA había logrado saltarse los protocolos de seguridad de un amplio rango de compañías y productos de Europa y Estados Unidos, como el iPhone, los teléfonos Android y hasta televisores de Samsung, que supuestamente pueden convertirse en micrófonos encubiertos.
La CNN, por su lado, se remonta a la filtración en 2013 de un programa de espionaje de amplio alcance nacional e internacional que protagonizó el exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Edward Snowden.
Según la cadena estadounidense, Wikileaks habría colaborado con Snowden en el robo de información.
Un abogado de Assange, Barry J. Pollack, dijo a The Washington Post que no tiene información alguna sobre la posible imputación de cargos contra su cliente y que no hay fundamento legal para ello ya que el australiano es tan solo "un editor".
Consultado por Efe, un portavoz del Departamento de Justicia declinó hacer comentarios al respecto.
Assange está refugiado en la embajada de Ecuador en Londres desde que Suecia ordenó en 2012 su captura por un caso de violación que el fundador de Wikileaks niega.
Su permanencia en la embajada peligró por la posibilidad de un cambio de gobierno en Ecuador, pero el ganador de las recientes elecciones, el oficialista Lenín Moreno, garantizó que el australiano puede seguir en el edificio diplomático.