El féretro con los restos mortales de Miguel I de Rumanía ha llegado hoy en avión a Bucarest, desde donde será trasladado al Castillo de Peles, iniciando así los actos fúnebres por el antiguo soberano, que falleció el pasado día 5 en Suiza a los 96 años.
Ya en el aeropuerto de la capital se va a celebrar una ceremonia militar con la presencia de la reina Margarita, primogénita de Miguel, miembros de la Familia Real, representantes de la Presidencia, del Gobierno, del Parlamento, del Ejército y de la Iglesia Ortodoxa Rumana.
Desde Peles, el féretro será trasladado hoy mismo al Salón del Trono del Palacio Real de Calea Victoriei de Bucarest, donde quedará expuesto para que los ciudadanos puedan despedirse del último soberano de Rumanía.
El sábado 16 de diciembre se organizará una breve ceremonia religiosa y militar frente al Palacio Real, antes de que el cortejo fúnebre acompañe el féretro hasta la Catedral Patriarcal de Bucarest, donde se celebrará una misa.
Esa misma tarde, Miguel I será llevado hasta Curtea de Arges y enterrado en la nueva Catedral Ortodoxa, donde ya reposa su esposa Ana, fallecida en agosto de 2016.
La Iglesia ortodoxa ha anunciado que en tres ocasiones distintas durante las ceremonias religiosas oficiales las campañas de todos los templos del país sonarán al mismo tiempo.
El Gobierno rumano ha decretado los próximos 14, 15 y 16 de diciembre como días de luto.
El exmonarca, que fue obligado a abdicar en 1947 por el régimen comunista, falleció el pasado 5 de diciembre a los 96 años en su residencia de Suiza, tras padecer un cáncer de piel y otro de leucemia.
Rumanía es oficialmente una república desde la abdicación de Miguel en 1947, que previamente había reinado entre 1927 y 1930 bajo regencia y, luego, entre 1940 y 1947.
Miguel pudo regresar a Rumanía en 1997, ocho años después de la caída de la dictadura comunista, y recuperó parte de su patrimonio. El Senado rumano le otorgó en 2001 derechos como ex jefe del Estado.
