El escándalo de la "Rasputina" conmocionó a la sociedad civil en los últimos meses de 2016, en los que las manifestaciones fueron casi diarias
La Fiscalía surcoreana pidió hoy 25 años de prisión para Choi Soon-sil, apodada la "Rasputina" por su influencia sobre la expresidenta Park Geun-hye, por su papel en el escándalo de corrupción que costó el puesto a la mandataria a principios de año.
La acusación solicitó al tribunal que lleva el caso que además ordene el pago de 126.200 millones de wones (unos 98 millones de euros) en concepto de multa y sanción a Choi, de 61 años, acusada de 18 cargos, entre ellos abuso de poder, coacción y soborno.
Choi fue detenida en noviembre del año pasado por ser la supuesta impulsora de una trama de corrupción y tráfico de influencias a través de la cual, y sin ostentar cargo público alguno, habría intervenido en asuntos de Estados y extorsionado fondos a más de medio centenar empresas para apropiarse de parte de ellos.
Entre estas empresas se encuentran varios "chaebol", los grandes conglomerados controlados en su mayoría por clanes familiares como LG, Hyundai o Samsung, cuyo heredero y líder de facto, Lee Jae-yong, fue condenado en agosto a cinco años de cárcel a raíz del caso.
También hoy, la Fiscalía de Corea del Sur pidió cuatro años de prisión para Shin Dong-bin, el presidente de una de las empresas involucradas en el escándalo, el grupo Lotte, al que acusan de haber pagado 7.000 millones de wones (5,4 millones de euros) para sobornar a Choi, unos cargos de los que se ha declarado inocente.
Asimismo, la acusación solicitó que se sentencie a seis años de encarcelamiento y una multa de 100 millones de wones (77.745 euros) al excolaborador de Park An Chong-bum, acusado de intervenir en la extorsión al sector empresarial y recibir sobornos de un cirujano plástico local a cambio de favores comerciales.
El escándalo de la "Rasputina" conmocionó a la sociedad civil en los últimos meses de 2016, en los que las manifestaciones fueron casi diarias, y precipitó la primera destitución de un jefe de Estado surcoreano en democracia, y el adelanto electoral en el que resultó elegido el liberal Moon Jae-in.
La expresidenta Park permanece detenida desde su destitución en marzo de este año a la espera del desenlace de su juicio.