Comienza la evacuación de pacientes del asedio de Guta en Siria

La evacuación de pacientes médicos graves comenzó anoche en la región de Guta Oriental, el principal bastión opositor de las afueras de Damasco, anunció el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en un tuit.

El CICR publicó en su cuenta de Twitter dos fotografías de sus ambulancias en la zona, sin ofrecer más detalles.

La Media Luna Roja Siria (SARC, en sus siglas en inglés), que también participó en la operación, señaló que los evacuados están siendo trasladados desde Guta Oriental a hospitales de Damasco.

Este proceso está siendo posible gracias a las "largas negociaciones" mantenidas por su presidente, Jaled Hboubati, y el de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, Francesco Rocca, que visitó recientemente el territorio sirio, destacó la Media Luna Roja.

Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó de que cinco pacientes graves fueron evacuados anoche de Guta Oriental y se espera que salgan un total de 25 en varias tandas.

Hace dos días el Observatorio denunció que unos 720 pacientes necesitaban ser evacuados de inmediato de la región de Guta Oriental, sitiada por las fuerzas gubernamentales.

El Ejército del Islam, una de las principales facciones de la región, se prepara para liberar a varios de sus prisioneros, capturados durante los combates, a cambio de esta evacuación de enfermos, subrayó esa fuente en un comunicado publicado en Telegram.

Los prisioneros del Ejército del Islam actualmente están en cárceles del Frente al Nusra -antiguo nombre de la exfilial siria de Al Qaeda-, y serán puestos en libertad a cambio de la salida de 29 pacientes médicos graves de Guta Oriental, según el comunicado.

El pasado 7 de diciembre el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, denunció que, a pesar del desesperado llamamiento hecho por múltiples agencias humanitarias para poder evacuar a 500 enfermos graves de Guta Oriental, las autoridades sirias seguían bloqueándolas.

Unas 400.000 personas residen atrapadas en la región sitiada, de las que la mitad se calcula que son menores.