El presidente francés aseguró que 2018 será "el año de la cohesión nacional"
El presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró que 2018 será "el año de la cohesión nacional" e incidió en la necesidad que tiene su país de "repensar un gran proyecto social", en un discurso a la nación.
Desde el Palacio del Elíseo y bajo un gran cartel con el lema "Fraternidad", Macron apuntó en líneas generales y sin entrar apenas en detalles sus intenciones para el año entrante.
"2018 será el año de la cohesión de la nación, llevamos demasiado tiempo divididos. Los debates son necesarios, pero las divisiones irreconciliables minan nuestro país", proclamó.
El presidente abordó sin rodeos una de las principales críticas que se le formulan estos días: el pasado mes de julio prometió que para el final de 2017 no habría más personas durmiendo en la calle, algo que dista mucho de la realidad actual.
"Quiero que pongamos un techo a todos aquellos que ahora están en la calle", insistió, tras reconocer implícitamente que no ha cumplido todavía su compromiso.
Macron ha sido criticado en los primeros meses de su mandato por las reformas eminentemente económicas que ha lanzado, orientadas hacia la derecha, por lo que se esperaba que en su discurso dejase apuntes de un giro hacia cuestiones más sociales de cara a 2018.
El presidente aseguró que las "transformaciones profundas" emprendidas a lo largo del año que se acaba "proseguirán con la misma fuerza y ritmo en 2018", y mencionó especialmente las reformas en la escuela y en la formación continua, en el trabajo o en la inmigración.
"El derecho de asilo es un deber moral y político, lo respetaremos y continuaremos acogiéndolos (a los refugiados), pero no podemos acoger a todo el mundo. Hacen falta reglas simples, que podamos controlar su identidad. No podemos aceptar que alguien pase meses o años en situación de irregularidad sin tener derecho de asilo", dijo.
Dedicó gran parte de su alocución a la Unión Europea, para la que el año entrante será "decisivo".
"Me he comprometido en esta batalla porque creo profundamente que Europa es buena para Francia, y que Francia no puede tener éxito sin Europa", señaló, antes de pedir a los ciudadanos que participen en las "consultas ciudadanas" que piensa convocar antes de las elecciones europeas para recabar sus opiniones sobre la Unión.
"No cedamos nada ni a los nacionalistas ni a los escépticos", reclamó dirigiéndose directamente de forma expresa a todos los ciudadanos europeos.
Para reformar la UE, Macron reconoció que será necesario "ir más lejos" en el "coloquio íntimo" que su país mantiene con Alemania, aunque sin dejar de lado al resto de países.
Aunque no empleó mucho tiempo en echar la vista atrás, el presidente francés, elegido el pasado mayo en la segunda vuelta de las presidenciales por delante de la ultraderechista Marine Le Pen, bautizó 2017 como "el año de la elección", en el que "los franceses me habéis dado vuestra confianza".
"Me he comprometido a hacer simplemente lo que dije en la campaña electoral", señaló Macron, quien ha convertido esa idea fuerza en uno de sus principales lemas.
Y, en un claro guiño al expresidente estadounidense John F. Kennedy, instó a los franceses a "preguntarse cada mañana qué pueden hacer por su país".
"Continuaré haciendo aquello para lo que me habéis elegido: hacer Francia más fuerte y más justa. Sé que varios de vosotros no compartís la política del Gobierno, lo respeto (...) Me aseguraré de que todas las voces, incluidas las discordantes, sean escuchadas, pero no dejaré de actuar", sentenció.