Nieto cambia a ministros encargados de combatir inseguridad y pobreza

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, cambió hoy a sus ministros encargados de combatir la inseguridad y la pobreza, así como de la política laboral, en la recta final de su mandato y de cara a los comicios del próximo 1 de julio.

En un mensaje a la nación desde la residencia presidencial de Los Pinos, Peña Nieto dijo haber aceptado la renuncia del secretario (ministro) de Gobernación (Interior), Miguel Ángel Osorio Chong, quien ocupaba el cargo desde el comienzo de su gestión el 1 de diciembre de 2012.

El mandatario alabó a Osorio, de quien refirió que fue parte del equipo de transición encargado de la preparación del inicio de la actual Administración, y "protagonista" del Pacto por México, un acuerdo entre los principales partidos del país para impulsar reformas constitucionales de gran envergadura.

"Bajo su liderazgo, la Secretaría (ministerio) de Gobernación tuvo numerosos logros que han fortalecido la gobernabilidad democrática del país con base en una relación respetuosa y constructiva entre poderes y órdenes de gobierno", aseveró.

Asimismo, expresó su reconocimiento por la "visión y la dedicación" con que Osorio desempeñó el cargo, y le deseó "el mayor de los éxitos en sus futuras tareas y responsabilidades".

De acuerdo con medios locales, Osorio -quien figuró durante mucho tiempo como potencial aspirante presidencial antes de que el gubernamental Partido Revolucionario Institucional (PRI) se decantara por José Antonio Meade, exministro de Hacienda- buscará un escaño en el Senado.

Como encargado de la seguridad interna del país, Osorio estaba en una posición privilegiada para suceder a Peña Nieto, pero el estrepitoso fracaso en este campo hizo que México terminara 2017 con el mayor número de asesinatos en los últimos 20 años, con 23.101 casos desde el 1 de enero hasta el 30 de noviembre.

En México se produjo un repunte de la violencia tras el lanzamiento a finales de 2006 de la guerra contra el narcotráfico por parte del entonces presidente Felipe Calderón, que hasta la fecha ha dejado al menos 150.000 muertes y más de 30.000 desaparecidos.

Este "combate frontal" al crimen organizado supuso la salida de los militares a las calles, donde han permanecido desde entonces para efectuar tareas de seguridad pública.

Peña Nieto designó a Alfonso Navarrete Prida, quien hasta hoy era secretario (ministro) del Trabajo, para suceder a Osorio al frente de Gobernación.

Como prioridades le encomendó, entre otras, "redoblar esfuerzos en el combate a la inseguridad, con énfasis en los municipios que presentan los mayores índices de criminalidad".

"Con ese propósito se verán reforzadas las labores que realiza el gabinete de seguridad para combatir el crimen organizado", abundó.

Asimismo, le encargó "velar por el correcto desarrollo de los procesos electorales" de este año.

En la Secretaría (ministerio) del Trabajo, Peña Nieto nombró a Roberto Campa Cifrián, hasta ahora subsecretario de Derechos Humanos en Gobernación., y le pidió mantener la armonía entre sectores productivos, continuar los esfuerzos de formalización del empleo e impulsar la recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores.

Por otro lado, el presidente mexicano aceptó la renuncia como secretario (ministro) de Desarrollo Social de Luis Enrique Miranda Nava, de quien dijo que "contribuyó a reducir los niveles de pobreza y carencias sociales en el país".

En su lugar designó a Eviel Pérez Magaña, subsecretario de Desarrollo Social y Humano en la misma dependencia, a quien ordenó garantizar, "sin lastimar la operatividad de los programas sociales, (...), que no existirá ningún mal uso de éstos de cara al proceso electoral".

México se encuentra inmerso en la contienda electoral más grande de su historia, que culminará en la votación del 1 de julio para renovar la presidencia del país, el Congreso y autoridades en 30 estados.

El PRI enfrenta el fuerte desafío del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), que encabeza las preferencias electorales bajo el liderazgo del izquierdista Andrés Manuel López Obrador.

Encara igualmente la coalición formada por el conservador Partido Acción Nacional (PAN), el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano.

El próximo presidente de México heredará un país marcado por las mayores cotas de violencia en décadas, una persistente desigualdad social, corrupción institucional y el desprestigio de la clase política, entre otros retos.