Degüellan a corderos y otras animales al alba para rememorar la disposición de Abraham de ofrecer a Dios la vida de su hijo primogénito
Millones de musulmanes han comenzado la Fiesta del Sacrificio, que se prolongará los próximos tres días, mientras los fieles llegados a Arabia Saudí cumplen en la ciudad sagrada de La Meca los últimos ritos de la peregrinación anual.
En esta fiesta, conocida como "Aid al Adha" en árabe, los musulmanes degüellan a corderos y otras animales al alba para rememorar la disposición de Abraham de ofrecer a Dios la vida de su hijo primogénito, quien según la tradición musulmana no era Isaac, sino Ismael, y de cuya estirpe se cree que descienden los árabes.
La festividad coincide con los últimos ritos de la peregrinación anual a La Meca, adonde acudieron este año más de 2,3 millones de fieles musulmanes, según las últimas cifras de la autoridad saudí para las Estadísticas.
Los peregrinos participaron hoy en un rezo multitudinario en la zona de Muzdalifa y se dirigieron a continuación hacia Mina, donde cumplen con la tradición de degollar el ganado y la llamada "lapidación del diablo".
Este último rito consiste en arrojar siete guijarros a cada uno de los pilares que representan las apariciones del demonio al profeta Abraham.
En el recorrido para este último rito hace tres años se produjo una estampida en la que, según datos recabados por distintos países, perecieron cerca de 2.000 peregrinos, una de las mayores tragedias ocurridas en la ciudad sagrada durante la peregrinación.
Desde entonces, las autoridades saudíes han reforzado sus medidas de seguridad con el fin de evitar que ocurran incidentes.
El príncipe Jaled al Faisal, el gobernador de La Meca y jefe del Comité Central de Peregrinación, y su adjunto, el príncipe Abdalá bin Bandar, lanzaron los guijarros a primera hora de esta mañana y se dirigieron a la Gran Mezquita de La Meca para rodear siete veces la Kaaba, edificación cúbica considerada el centro de la espiritualidad islámica, informó la agencia estatal SPA.
Por su parte, el rey saudí, Salman bin Abdelaziz, llegó anoche a Mina para "supervisar la comodidad de los peregrinos", según un comunicado de la corte real.