Chris Watts, de 33 años, asesinó en Colorado a su esposa Shanann, de 34 años, y a sus hijas Bella (de 4 años) y Celeste (de 3 años) el pasado 13 de agosto
Por el asesinato de su esposa embarazada y de sus dos hijas pequeñas en el norte de Colorado, Chris Watts, quien se había declarado culpable de los crímenes, fue sentenciado hoy a varias cadenas perpetuas, por lo que "morirá en prisión", afirmó el fiscal a cargo del caso.
Watts, de 33 años, asesinó a su esposa Shanann, de 34 años, y a sus hijas Bella (de 4 años) y Celeste (de 3 años) el pasado 13 de agosto, aparentemente luego de que se descubriese que tenía una amante.
Esta mañana, durante la audiencia donde tuvo lugar la sentencia, el juez Marcelo Kopcow (del Condado Weld), calificó las acciones de Watts como "las más inhumanas y viciosas" entre los más de 1.000 casos que ese juez ha presidido a lo largo de su carrera, según aseguró.
La opinión del magistrado se refiere a que Watts primero indicó que su esposa lo había abandonado; luego se presentó en los medios locales instando a su esposa a regresar y, después, tras confirmarse la muerte de Shannon y de las niñas, acusó a su esposa de haber asesinado a sus hijas y cometido suicidio.
Además, los cuerpos de las niñas fueron encontrados dentro de un tanque de petróleo propiedad de una firma para que la trabajaba Watts, y el cuerpo de Shannon estaba en una tumba improvisada cerca de ese depósito.
Por su parte, durante un receso en la corte, el fiscal Michael Rourke confirmó que aún se desconocen los motivos exactos del crimen, excepto que Watts quería separarse de su esposa y que discutieron sobre este tema en la madrugada del día de los asesinatos.
"Si él hubiese querido ser feliz y comenzar de nuevo, se hubiese divorciado. Uno no aniquila a toda la familia y luego la tira como si fuese basura", comentó el fiscal.
Otra posible razón son las serias dificultades financieras que la familia enfrentaba desde 2015, luego de que Watts perdiese su empleo de tiempo completo y el matrimonio se declarasen en bancarrota.
En sus breves declaraciones ante el juez al inicio de la audiencia, Frank Rzucek, padre de Shannan, afirmó que Watts es "un monstruo malvado" precisamente por haber "haber cargado los cuerpos fuera de la casa como si fuesen basura".
Al margen de la sentencia, varios elementos del caso aún no han sido aclarados. Por ejemplo, aún no se ha revelado cómo murieron las víctimas, qué motivó a los investigadores a sospechar de Watts y qué se descubrió en la casa donde se cometieron los crímenes que llevó una semana después al arresto del ahora sentenciado.
El recurso de la pena de muerte raramente es empleado en Colorado, estado que lo usó sólo una vez en los últimos 40 años.
La familia residía en Frederick, una localidad de 8.600 habitantes a 50 kilómetros al norte de Denver.