El Gobierno de México anunció la reinstalación del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas ante una tragedia que acumula más de 40.000 casos, 26.000 cuerpos sin identificar en las morgues y 1.300 fosas clandestinas.
"El Estado mexicano se va a dedicar a la búsqueda de desaparecidos. (...) Es prioritario", apuntó el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, durante un acto oficial celebrado en Palacio Nacional con parte de su Ejecutivo y decenas de familiares de desaparecidos.
En su discurso, el líder de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) recordó que esta tragedia es muy "dolorosa" para el país y uno de los peores legados de los anteriores gobiernos.
"Se recibió la herencia de la corrupción y de la impunidad, pero esto es todavía más grave, más doloroso", lamentó el mandatario, que dedicó buena parte de su discurso a elogiar la creación de la Guardia Nacional, su apuesta en seguridad para acabar con la ola de violencia que azota al país.
"No hemos logrado una disminución significativa de la incidencia delictiva", reconoció el presidente.
Sobre la búsqueda de desaparecidos, urgió a crear un sistema forense que permita identificar los 26.000 cuerpos que se apilan en morgues, y aseguró, entre aplausos, que el presupuesto necesario ya se ha autorizado.
"Que nunca jamás volvamos a estos años de sufrimiento y dolor, cuando de manera irresponsable se tomó la decisión de declarar la guerra a un problema que surgió básicamente por la falta de crecimiento económico", concluyó.
En su turno de palabra, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, describió las desapariciones como una "violación cotidiana" de los derechos humanos.
"Hay decenas de miles de personas desaparecidas y son sus propias familias quienes las buscan desde hace años. Las investigaciones avanzan lentas, son parcialmente inexistentes las sentencias por desaparición y existe una crisis forense", resumió la exmagistrada del Supremo.
Aseguró que el impulso de este sistema nacional de búsqueda, con las suficientes herramientas, habrá de servir de instrumento de "verdad y justicia".
Asimismo, pidió a los 32 estados del país a activar sus propias comisiones de búsqueda antes del último trimestre de 2019.
"El reto es monumental, y lo enfrentaremos con todas las medidas que tiene a su alcance el Estado", remarcó.
El subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, puso cifras a esta catástrofe.
"Este Gobierno hereda una deuda histórica de más de 40.000 personas desaparecidas. 26.000 cuerpos, decenas de miles de restos óseos sin identificar y cientos de fosas clandestinas", denució.
Así, consideró que ese sistema que hoy se pone en marcha ha de servir para atender el "reclamo" de las familias de desaparecidos.
Puntualizó que se trata de una "reinstalación" del sistema, porque este ya arrancó el pasado octubre -en las últimas semanas del Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018)-, pero, a su parecer, fue una "gran simulación".
Este sistema tiene como objetivo diseñar y evaluar los distintos órganos de Gobierno para que armonicen la búsqueda de personas desaparecidas, con la ayuda de la sociedad civil, organismos internacionales y académicos.
"A partir de hoy, el sistema nacional deberá garantizar el Registro Nacional de Personas Desaparecidas, el Banco de Datos Forenses y el Registro Nacional de Fosas", entre otros, destacó el subsecretario.
En su turno de palabra, la titular de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, Karla Quintana, resaltó que la situación en México supera "cualquier cosa imaginable", y puso énfasis en las 1.300 fosas clandestinas.
"La desaparición de una persona lleva al final de la armonía social y familiar", remarcó.
Edna Dolores Rosas Huerta, representante del Consejo Ciudadano y familiar de un desaparecido, criticó a las anteriores administraciones por responder al problema con "indolencia".
"Somos conscientes de que, por la magnitud de la crisis, los cambios no se darán del día a la mañana. Sin embargo, su Gobierno, presidente, puede ser recordado por sentar las bases de un cambio firme, una nueva esperanza", concluyó.
Entre el público, familiares de desaparecidos siguieron con atención las palabras de los miembros del Ejecutivo, considerando que éste reabre la esperanza para encontrar a sus allegados.
"¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!", gritó un grupo de ellos.
Es uno de los reclamos más entonados en las manifestaciones y que recuerda inevitablemente a la tragedia de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, una triste efeméride que en septiembre de esta año cumplirá su quinto aniversario.