El presidente iraní, Hasan Rohaní, tendió este domingo una mano a sus rivales del golfo Pérsico, en especial a Arabia Saudí, para rebajar las actuales tensiones y tratar de evitar un mayor despliegue de tropas estadounidenses en la región.
Consciente de la escalada de la crisis, Rohaní aprovechó un gran desfile militar en Teherán para, por un lado, mandar una advertencia del poderío defensivo de Irán y, por otro, congraciarse con los países de la región.
"Tendemos una mano amistosa a los países vecinos e incluso estamos dispuestos a olvidar sus errores pasados porque hoy la situación es de tal modo que los enemigos del islam y de la región, es decir EE. UU. y el sionismo (Israel), quieren aprovecharse de la brecha y la división entre nosotros", subrayó.
En este contexto, anunció que presentará en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, adonde viaja mañana, una iniciativa llamada Coalición por la Esperanza y Paz en Ormuz, el estratégico estrecho escenario de tensiones.
"La seguridad del golfo Pérsico, del estrecho de Ormuz y del mar de Omán es endógena, las fuerzas extranjeras pueden crear problemas e inseguridad para nuestra nación y nuestra región", aseguró Rohaní durante el desfile militar, con motivo del 39 aniversario del inicio de la guerra entre Irak e Irán (1980-1988).
EE. UU. ha anunciado el despliegue de más tropas en Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos después de los ataques de la semana pasada contra dos plantas de la petrolera saudí Aramco, de los que Washington acusó a Teherán pese a que fueron reivindicados por los rebeldes hutíes del Yemen, apoyados no obstante por Irán.
Rohaní volvió a desvincular a su país de estos ataques y afirmó que "las mentiras de los que quieren atribuir los incidentes de la región a la República Islámica serán reveladas".
Ante las posibilidades de que se tome alguna otra acción contra Irán, el presidente advirtió: "No somos de violar las fronteras de los demás del mismo modo que no permitiremos que nadie viole las nuestras".
Una defensa del país que se remarcó con la exhibición durante el desfile de diferentes unidades de las Fuerzas Armadas, del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución, sistemas de misiles, tanques y drones, entre otros.
Durante el desfile fue presentado un nuevo sistema de artillería llamado "Hael", que tiene un radar pasivo y detecta el objetivo sin liberar ondas, lo que le permite actuar sobre el blanco sin ser visto.
Este sistema, fabricado por el Ejercito iraní, es móvil y está diseñado para actuar contra objetivos a baja altitud como misiles de crucero o drones, las armas más utilizadas en los recientes incidentes en el Pérsico y Oriente Medio.
Al acto asistieron junto a Rohaní el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní, Ali Shamjaní; el jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Mohamad Baqerí, y el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria, Hosein Salamí.
Las paradas militares tuvieron lugar en distintas ciudades del país y, junto a la de Teherán, una de las más importantes fue la de la urbe meridional de Bandar Abas, en el golfo Pérsico.
En Bandar Abas, el presidente del Parlamento iraní, Ali Lariyaní, indicó también que "el deseo" de la República Islámica es tener "las mejores relaciones con todas las naciones musulmanes, sobre todo con países vecinos para enfrentar a los sionistas y extranjeros".
Lariyaní denunció, asimismo, que la coalición liderada por Estados Unidos para garantizar la seguridad del estrecho de Ormuz "es un nuevo medio para saquear la región".
"Las Fuerzas Armadas de la República Islámica no permitirán el juego con el golfo Pérsico para crear inseguridad en la región", aseguró Lariyaní, quien agregó que los propios países de la zona "tienen la capacidad de establecer la seguridad".
Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos se unieron la semana pasada a la citada coalición que pretende crear EE. UU. para proteger la navegación en el golfo Pérsico y han apoyado la decisión del envío de más tropas estadounidenses que, según el Pentágono, se centrarán en "la defensa aérea y de misiles".
El ministro de Estado de Asuntos Exteriores saudí, Adel al Yubeir, mencionó ayer que debido a "los últimos retos" es necesario "aumentar la cooperación de seguridad entre el reino y sus aliados para garantizar que no haya ningún obstáculo para la economía internacional".
El movimiento de enviar tropas sirve al Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, como prueba del apoyo hacia sus dos socios regionales en sus esfuerzos para contener a Irán, una estrategia que se espera intente reforzar durante la Asamblea General de la ONU que comienza este martes.