El presidente de EEUU anuncia el despliegue de "miles y miles de soldados fuertemente armados" para detener los disturbios contra la violencia policial
El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció este lunes el despliegue de "miles y miles de soldados fuertemente armados" y de agentes para detener los disturbios en Washington DC originados durante las manifestaciones contra la violencia policial que causó la muerte hace una semana al ciudadano afroamericano George Floyd.
"Estoy movilizando todos los recursos federales, civiles y militares disponibles para detener los disturbios y los saqueos para poner fin a la destrucción y los incendios provocados y para proteger los derechos de los estadounidenses que respetan la ley", dijo el mandatario en un discurso en la Rosaleda de la Casa Blanca.
En concreto, informó de que han tomado "medidas rápidas y decisivas para proteger" la capital estadounidense, que vivirá su segunda noche de toque de queda, con el despliegue de soldados.
"Estoy enviando miles y miles de soldados fuertemente armados, personal militar y oficinas de aplicación de la ley para detener los disturbios, los saqueos, el vandalismo, los asaltos y la destrucción desenfrenada de propiedades", afirmó Trump, al indicar que el toque de queda, que comenzó este lunes cuatro horas antes, a las 19.00 hora local (23.00 GMT), en Washington DC "se aplicará estrictamente".
Además, se declaró dispuesto a desplegar al Ejército en las ciudades y estados que se nieguen a "tomar las medidas necesarias" para defender "la vida y la propiedad de sus residentes".
"Hoy he recomendado enérgicamente a cada gobernador que despliegue a la Guardia Nacional en cantidades suficientes para que dominemos las calles", aseguró Trump.
El mandatario urgió a los alcaldes y gobernadores a "establecer una aplastante presencia de agentes del orden hasta que la violencia haya sido sofocada".
"Si una ciudad o estado se niega a tomar las medidas necesarias para defender la vida y la propiedad de sus residentes, entonces desplegaré el Ejército de los Estados Unidos y resolveré rápidamente el problema por ellos", advirtió.
El jefe de la Oficina de la Guardia Nacional, general Joseph Lengyel, indicó en su cuenta de Twitter este lunes que "17.015 soldados y pilotos de la Guardia Nacional están ayudando a agencias civiles locales y estatales que responden a disturbios civiles".
Al final de su discurso en la Rosaleda de la Casa Blanca, Trump dijo que a continuación iría a "presentar sus respetos a un lugar muy, muy especial".
Poco después, el presidente, rodeado de algunos de sus asesores, salió de forma extraordinaria a pie de la Casa Blanca y cruzó caminando la plaza de Lafayette para dirigirse a la iglesia episcopal de Saint John, en la que han rezado todos los presidentes de EE.UU. desde el siglo XIX.
Trump posó para las cámaras con una Biblia en la mano frente a las ventanas tapiadas de la iglesia, cuyo sótano fue uno de los lugares donde algunos manifestantes prendieron fuego durante las protestas del domingo, aunque las llamas no provocaron daños.
"El mejor país del mundo. Y vamos a mantenerlo seguro", aseguró Trump.
La detención de Floyd en Mineápolis (Minesota, EE.UU.) el lunes pasado fue grabada por transeúntes con las cámaras de sus teléfonos móviles, que captaron cómo el agente Derek Chauvin le inmovilizaba en el suelo presionando su rodilla contra el cuello de la víctima durante casi nueve minutos hasta que se asfixió.
La autopsia del forense del condado de Hennepin de los restos de George Floyd determinó que su fallecimiento fue un homicidio.
Según el documento, hecho público este lunes por el diario The Washington Post, Floyd pereció de "paro cardiopulmonar que se complicó con el subyugamiento, limitación y compresión del cuello" el pasado 25 de mayo a las 21.25 hora local (02.25 GMT).
Igualmente, la autopsia ordenada por la familia de la víctima y divulgada también este lunes confirmó que falleció por "asfixia debido a una presión sostenida", según su abogado.