Prude murió una semana después de ser detenido, el 30 de marzo, cuando se le retiró el sorporte vital que se le había aplicado después de llegar maltrecho
Un hombre afromericano, Daniel Prude, de 41 años, falleció después de que agentes de la policía de Rochester, en Nueva York, le detuvieran, le cubrieran su cabeza con una capucha y le presionaran el rostro contra el pavimento durante dos minutos, informan medios estadounidenses.
El hecho se produjo el pasado 23 de marzo, pero ha sido hecho público ahora por su familia que ha presentado varios videos del suceso en lo que parece un nuevo acto de violencia policial.
Prude murió una semana después de ser detenido, el 30 de marzo, cuando se le retiró el sorporte vital que se le había aplicado después de llegar maltrecho al hospital.
Su muerte se produjo además dos meses antes de la del también afroamericano George Floyd, en otro caso de violencia policial en Minneapolis, que desencadenó fuertes protestas en varias ciudades de EE.UU.
La fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James, y el jefe de policía de Rochester dijeron que estaban investigando la muerte. Los oficiales involucrados en el suceso todavía están de servicio, según informa The New York Times.
El diario explica que Joe Prude, hermano de la víctima, llamó al teléfono de emergencias al comprobar que su pariente, que había venido de visita desde Chicago, presentaba un estado nervioso y saliera corriendo de su casa en un estado errático.
Prude había sido trasladado a un hospital el día anterior después de que aparentemente comenzara a experimentar problemas de salud mental, según muestran los informes policiales que cita el diario neoyorquino.
En los videos publicados en varios medios se ve a Prude, quien se ha desnudado, con las manos detrás de la espalda, esposado y gritando antes de que la policía le tapara la cabeza con una capucha, aparentemente para evitar que les escupiera, ya que había gritado que tenía coronavirus.
Después de dos minutos, Prude ya no se movía ni hablaba, por lo que se decide llamar a los servicios médicos de urgencia, que le practican maniobras de resucitación y le trasladan a un hospital.
Según el rotativo, el médico forense del condado de Monroe dictaminó que la muerte de Prude fue un homicidio causado por "complicaciones de la asfixia en el marco de la restricción física", según un informe de la autopsia.
El "delirio excitado" que padecía el fallecido y la intoxicación aguda por varios fármacos que había tomado fueron también factores que contribuyeron a su estado, según el informe.
El caso de Prude, que podría ser considerado de violencia policial, se une a otros ocurridos en EE.UU. en los últimos meses que han generado protestas en diversas partes del país, algunas de ellas violentas.
Diversas organizaciones han vinculado estos hechos, en los que casi siempre las víctimas son ciudadanos afroamericanos, con el supuesto racismo con el que actúan algunos cuerpos policiales en EE.UU.