El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, al igual que hizo el año pasado, dictó este jueves un indulto
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, al igual que hizo el año pasado, dictó este jueves un indulto en favor de los policías y militares que estén en prisión condenados por haber matado a algún delincuente en ejercicio de sus funciones.
El indulto, concedido tradicionalmente en Brasil en el marco de la Navidad, será publicado este viernes en el Diario Oficial, pero fuentes de la Presidencia adelantaron que será similar al dictado el año pasado por Bolsonaro, líder de la ultraderecha brasileña y un férreo defensor de la "mano dura" contra el crimen.
"Policías federales, policías civiles, policías militares y bomberos, entre otros, que en el ejercicio de su función o como consecuencia de ella, hayan cometido crímenes culposos o sin intención, serán contemplados en el decreto", dice un texto que ha sido adelantado a la prensa por la Secretaría de la Presidencia.
Esa medida también beneficiará a aquellos presos con "problemas graves de salud", entre los que citan los casos de enfermos de sida y algún tipo cáncer, entre otros.
El indulto es general y no contempla casos individualizados, por lo que, para lograr el beneficio, los abogados de cada uno de los posibles contemplados deberán acudir a los tribunales, que tendrán la última palabra sobre el asunto en función de cada caso.
El perdón para los agentes de seguridad que maten en el ejercicio de sus funciones es defendido por Bolsonaro desde hace décadas y fue incluido en un proyecto de ley sobre seguridad enviado el año pasado por el Gobierno al Congreso, que finalmente vetó ese punto.
El mandatario, sin embargo, no se ha dado por vencido y ha dicho que a partir de febrero del año próximo, cuando serán renovadas las directivas de las cámaras de Diputados y del Senado, insistirá en ese asunto.
La semana pasada, al anunciar que planea enviar otro proyecto de ley al Parlamento sobre el mismo tema, Bolsonaro le envió un mensaje "a los hipócritas" que se oponen a esa medida, que son sobre todo la prensa y los organismos de derechos humanos, y aseguró que "no es un permiso para matar, sino el derecho de no morir".
Bolsonaro sostuvo que "un policía tiene que cumplir su misión y luego ir a casa a descansar, sin aguardar una noticia de un oficial de la Justicia" en caso que haya matado a un delincuente.