Dirigentes de PSC, ERC, ICV-EUiA y CiU alertaron ayer de las graves consecuencias que conllevaría no sólo para Cataluña sino también para el resto de España un hipotético recorte del Estatuto catalán por el Tribunal Constitucional (TC).

El presidente de CiU, Artur Mas, ha propuesto al resto de partidos políticos catalanes pactar un “plan b” si el TC tumba el Estatuto, que pasaría por ir más allá de la vía estatutaria y unir fuerzas para conseguir el traspaso de los aeropuertos de Cataluña y el concierto económico.

“Lo que no nos podrán decir es que gestionar los aeropuertos catalanes desde Cataluña o adoptar un concierto económico con el que Cataluña pueda gestionar sus propios recursos son temas que no caben en la Constitución”, ha subrayado Mas, tras reunir al secretariado permanente de CDC.

La transferencia de la gestión del aeropuerto de El Prat podría hacerse invocando el artículo 150.2 de la Constitución, alusivo al traspaso de competencias, mientras que el concierto económico, que no está recogido en el capítulo de financiación del actual Estatuto, debería negociarse directamente con el Gobierno español de turno.

El presidente catalán, José Montilla, ha exigido por su parte “lealtad institucional y sentido de Estado” frente al “pacto político” que supone el Estatuto y ha subrayado la “voluntad insobornable” de Cataluña de desarrollar esta ley orgánica, puesto que, ha dicho, “es nuestra ley, nuestra voluntad”.

Montilla ya aseguró el domingo que “lo que ayer fue escrito, acordado y votado para unir no puede servir hoy para dividir” y dijo esperar que “nadie dañe de forma temeraria e imprudente el espíritu constitucional”.

El portavoz del PSC, Miquel Iceta, ha considerado que tanto socialistas catalanes como españoles, “empezando por Zapatero”, se sentirán “desautorizados” en caso de un fallo adverso del TC sobre el Estatuto, ya que el PSOE también lo aprobó en las Cortes.