Después de que Italia bloqueara el envío de vacunas AstraZeneca al país oceánico
El primer ministro australiano, Scott Morrison, afirmó este miércoles que su país se está quedando rezagado en la vacunación contra la covid-19 debido a la falta de suministro del exterior, después de que Italia bloqueara el envío de vacunas AstraZeneca al país oceánico.
Desde que comenzó la vacunación oficialmente el pasado 22 de febrero, el Gobierno australiano solamente ha cumplido el 15 por ciento de su meta de inmunización contra el coronavirus que se había fijado para marzo.
El Gobierno de Morrison había prometido que unos 4 millones de personas iban a ser vacunados para finales de marzo, que después fue revisado para finales de abril, como parte de la campaña de vacunación, que pretende inmunizar a los 25 millones de habitantes, de forma gratuita y voluntaria, para finales de octubre.
Hasta el momento, se han administrado 597.000 dosis de las vacunas de Pfizer o AstraZeneca, según dijo el martes el jefe médico gubernamental, Paul Kelly, a los periodistas.
Al ser preguntado por el cambio del objetivo de marzo a abril, Morrison indicó que al fijarlo no se contempló "los problemas que teníamos con las vacunas que no llegaron del extranjero", al insistir que fijar metas son parte de las políticas, informó la edición australiana de The Guardian.
A principios de mes, Italia, de conformidad con la Comisión Europea (CE), bloqueó el envío de 250.000 dosis de la vacuna AstraZeneca a Australia, aunque el país ya comenzó a distribuir un fármaco similar producido localmente en virtud de un convenio con este laboratorio.
Poco después el Gobierno aseguró que este bloqueo no impactaría al programa, aunque pidió a la Unión Europea que revise la medida.
La distribución de la vacuna en Australia también se ha visto obstaculizada por las devastadoras inundaciones recientes que aquejaron al estado de Nueva Gales del Sur, que abarca a Sídney y es el más poblado del país, además de problemas en las reservas para las inoculaciones.
Las demoras en la vacunación también ha causado enfrentamientos entre el Gobierno de Morrison y el de los estados y territorios, después de que el ministro de Agricultura, David Littleproud, acusara a estas jurisdicciones de apilarlas en lugar de distribuirlas.
"Los estados están haciendo lo que pueden, con lo que se les distribuye", dijo Steven Miles, jefe adjunto del Gobierno del estado de Queensland, que ha confinado esta semana a unos 2,4 millones de habitantes de la ciudad de Brisbane por un brote de la variante británica que ha contagiado a una veintena de personas.
Australia, que mantiene sus fronteras internacionales cerradas desde marzo de 2020, acumula desde el inicio de la pandemia unos 29.300 casos de covid-19, entre ellos 909 muertos, la mayoría provocados por la segunda ola a raíz de los fallos de seguridad a mediados del año pasado en los centros de cuarentena para viajeros internacionales.