La canciller alemana, Angela Merkel, justificó la decisión de suspender en Alemania la administración de la vacuna AstraZeneca a menores de 60 años en las recomendaciones emitidas por los expertos, "que no podemos ignorar", y ante los "riesgos" de sus efectos secundarios, incluida trombosis.
"Hay afortunadamente suficientes vacunas a nuestra disposición para poder adoptar esta decisión", afirmó la líder alemana, tras la reunión mantenida con los líderes regionales y titulares de Sanidad del gobierno federal y los "Lander".
La decisión implicará una "reestructuración" en la campaña de vacunación; la vacuna de producción británico-sueca no se aplicará más que de manera excepcional y previo análisis individualizado a grupos por debajo de esa edad, en lo que entra personal sanitario y otros sectores esenciales.
"Es esencial mantener el principio de la confianza. Y solo puede haber tal confianza cuando se analiza minuciosamente toda sospecha o riesgo individual", añadió la canciller.
La medida sigue a la recomendación de la Comisión Permanente de Vacunación (Stiko), adscrita al Instituto Robert Koch (RKI) de virología, competente en Alemania en esa materia.
Se fundamenta en "datos existentes sobre efectos secundarios que son raros, pero graves", según indicó ese estamento en un comunicado, donde se establece la posibilidad de aplicar la vacuna a menores de esa edad tras una "evaluación individual de cada caso". Los efectos secundarios pueden manifestarse entre 4 y 16 días después de haberles sido administrada una dosis, según Stiko.
Los expertos advirtieron, a través de un comunicado, de que esos efectos secundarios pueden manifestarse entre 4 y 16 días después de haberles sido administrada una dosis a personas de menos de 60 años.
La reunión entre Merkel, los líderes regionales y los titulares de Sanidad del gobierno federal y de los 16 "Länder" se convocó después de que varios estados federados -empezando por la capital y ciudad-estado, Berlín- optaran por suspender la administración de esa vacuna a los menores de 60 años.
La propia Merkel se había pronunciado el domingo en contra de otra reunión con los líderes los "Länder" antes de Semana Santa, tras lanzar duras críticas a algunos poderes regionales por no aplican con el rigor debido las restricciones previamente consensuadas, mientras aumentan los contagios.
A la decisión del gobierno regional berlinés siguió, en cascada, la suspensión de esa vacuna a menores de 60 años en Múnich, Brandeburgo -el "Land" que rodea la capital- y Renania del Norte-Westfalia (oeste).
Dilek Kalayci, responsable de Sanidad del gobierno regional de Berlín, justificó su decisión en la existencia de nuevos datos sobre efectos secundarios del preparado.
Uno de los grandes hospitales de Berlín, la Charité, había comunicado que "aunque no ha habido complicaciones tras las vacunaciones con Astrazeneca", quería actuar como precaución.
Se sumó a esa postura el grupo de clínicas Vivantes, donde han sido vacunados con el suero de la farmacéutica anglo-sueca miles de sus trabajadores.
En la Charité están empleadas unas 19.000 personas, mientras que las clínicas Vivantes -que además gestionan residencias para la tercera edad- emplean a unas 17.000.
Según estimaciones de medios berlineses, en la Charité ha sido vacunados dos tercios del personal, el 70 % de ellos con la vacuna de AstraZeneca.
El Instituto Paul-Ehrlich, centro de referencia para la vacunación en Alemania, detectó, según el semanario "Der Spiegel", 31 casos de trombosis en personas que recibieron la vacuna de AstraZeneca, nueve de las cuales fallecieron.
Al igual que en otros países europeos, la vacunación con AstraZeneca se suspendió temporalmente en Alemania unas semanas por dudas sobre sus efectos secundarios, pero se reanudó el 19 de marzo.
Según datos del RKI, han recibido esa vacuna unas 2,7 millones de personas en Alemania. Hasta ahora, en el país ha recibido la primera dosis, entre el conjunto de vacunas autorizadas, un 10,8 % de la población; un 4,8 % recibió también la segunda.