Fuentes policiales indicaron ayer que ésta puede ser la mayor operación contra la piratería cinematográfica a nivel europeo, al calcular que los cientos de películas distribuidos por los acusados a través de la red han supuesto un perjuicio económico de unos cinco millones de euros a los propietarios de las obras.
Las investigaciones se iniciaron después de que los empleados de una sala de proyección de Alicante descubrieran a uno de los ahora detenidos mientras grababa una película de estreno, con un equipo de grabación de alta definición y un soporte para fijar la misma de forma estática.
Los detenidos, todos de nacionalidad española, realizaban grabaciones de películas en salas de cine de esta ciudad en horarios con pocos espectadores.