Gracias a la clara mayoría que ostentan la coalición compuesta por su formación, el conservador Partido Liberal Demócrata (PLD), y el budista Komeito
Fumio Kishida se prepara hoy para ser investido el lunes como nuevo primer ministro de Japón, con la vista puesta en disolver el parlamento para convocar elecciones el 7 o el 14 de noviembre.
Está previsto que sea investido gracias a la clara mayoría que ostentan la coalición compuesta por su formación, el conservador Partido Liberal Demócrata (PLD), y el budista Komeito en la Cámara Baja, órgano que Kishida quiere disolver el 14 de octubre para convocar legislativas, según fuentes cercanas al asunto citadas por la agencia Kyodo
De este modo, los comicios se celebrarían el 7 de noviembre con la campaña electoral arrancando el 26 de octubre.
Sin embargo, cabe la posibilidad de que las elecciones se retrasen al 14 de noviembre (lo que pospondría el inicio de campaña al 2 de noviembre), puesto que Kishida tiene previsto acudir a la cumbre de líderes del G20 que se celebra en Roma el 30 y 31 de octubre, según las fuentes citadas.
El PLD partirá en estas elecciones como favorito en un momento en que los partidos de la oposición japonesa continúan sin ofrecer un frente capaz de romper la hegemonía de los conservadores.
Entre los planes de Kishida se encuentra el de crear una nueva cartera de Seguridad Económica, destinada principalmente a proteger la propiedad intelectual de tecnologías japonesas ante China.
Las fuentes consultadas también apuntan a que Kishida tendían intención de crear también un nuevo puesto de asesor para el primer ministro y a que terminará hoy de esbozar el que será su Gabinete.
Se cree que el nuevo jefe de Gobierno nombrará a Shunichi Suzuki, exministro de Medio Ambiente, como responsable de Finanzas, que Toshimitsu Motegi permanecerá como titular de Asuntos Exteriores y que al ministro de Educación, Koichi Hagiuda, y a la de Justicia, Yoko Kamikawa, se les ofrecerán nuevas carteras.