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Sábado 16/11/2024
 

Provincia de Granada

Una asociación de Zaragoza pide permiso para delimitar y sondear la posible fosa de Lorca en Alfacar

El proyecto, que fue presentado a primeros de julio en la Delegación del Gobierno en Aragón para su traslado a la Junta de Andalucía, contiene un total de 1.000 folios

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La asociación cultural 'Regreso con honor', radicada en Zaragoza, ha solicitado permiso a la Dirección General de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía para localizar, delimitar y sondear la fosa en la que podrían encontrarse los restos de Federico García Lorca y de los fusilados junto a él, en la zona del Peñón El Colorao, en Alfacar (Granada).

   El proyecto, que fue presentado a primeros de julio en la Delegación del Gobierno en Aragón para su traslado a la Junta de Andalucía, contiene un total de 1.000 folios e incluye, paso a paso, el proceso que se va a llevar a cabo, y en el que participarán prestigiosos especialistas, como los antropólogos Francisco Etxeverría o Miguel Botella, o el arqueólogo Javier Navarro, responsable de la exhumación de más de 30 fosas comunes de la Guerra Civil.

   Incluye unas catas arqueológicas de un metro por un metro para alcanzar los posibles restos óseos y recoger material genético que permita contrastar el ADN de las víctimas enterradas en el lugar, pero no se trata de una exhumación.

   Así lo ha explicado a Europa Press uno de los integrantes de esta asociación, el investigador Miguel Caballero, autor del libro 'Las 13 últimas horas en la vida de García Lorca', quien ha señalado que Memoria Democrática, organismo al que han pedido además una subvención de 40.000 euros, dispone ahora de tres meses para dar una respuesta a la iniciativa, que prevén iniciar el próximo mes de noviembre, si todo va bien.

   La asociación, que se dedicaba inicialmente a recuperar los restos de los militares que murieron en la Guerra de Cuba pero que ha modificado recientemente sus estatutos para extender su labor de actuación a todas las víctimas de las guerras, contará además con la participación de un especialista en balística, un ingeniero de Minas, o del profesor de la Universidad Politécnica de Valencia y geólogo Francisco García, que es experto en el uso de georradar, y que trabajará con la "última tecnología" de estos sistemas, concretamente con uno de tres antenas.

   El lugar en el que trabajará el equipo se encuentra "en una hondonada" frente al cortijo de Los Llanos de Corvera, conocido también como cortijo 'Gazpacho' o 'Pepino', y está circundado por un grupo de piedras que podrían marcar la fosa del poeta, que fue asesinado junto con los banderilleros anarquistas Francisco Galadí y Joaquín Arcollas, y el maestro republicano de Pulianas Dióscoro Galindo.

   Además, el proyecto, que cuenta ya con el visto bueno del Ayuntamiento de Alfacar y del propietario del terreno, tiene una "vertiente social", puesto que prevé emplear a personas paradas de la zona, según ha explicado Miguel Caballero, que pretende que su investigación acerca de la ubicación de la fosa de Lorca se contraste con estos trabajos.

   Sus pesquisas van en la línea de las que ya hiciera el periodista Eduardo Molina Fajardo, falangista granadino, que situó el enterramiento frente al cortijo situado entre la carretera que une Víznar con Alfacar, en el Pago del Peñón Colorao, que era el antiguo campo de instrucción de las tropas de Falange.

TESTIMONIOS CLAVE

   El investigador considera clave lo que dijo a Molina Fajardo el capitán José María Nestares --jefe del sector de Víznar en 1936--, su hijo, Fernando Nestares, un agricultor de Alfacar que labraba terrenos cercanos al lugar de fusilamientos, el que fuera alcalde de Pulianas, Pedro Cuesta Hernández, y un quinto individuo que el periodista identifica con las iniciales A.M.F.

   "Eran personas que nada o casi nada tenían que ver entre sí, y los testimonios son coincidentes. Todos apuntan al campo de instrucción", según Caballero, quien opina que en aquel lugar, cerca del entonces cortijo 'Gazpacho' --hoy conocido como cortijo 'Pepino'-- se cavaron pozos para la búsqueda de agua subterránea, y por ello, el enclave era idóneo para enterrar cuerpos.

   Además, Caballero no sólo se basa en los testimonios que recogió Molina Fajardo, sino que encargó un estudio a un equipo de arqueólogos y geólogos de Aragón que han analizado las depresiones del terreno y que han delimitado "perfectamente" el posible enterramiento en el lugar.

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