La Diputación de Granada va a impulsar un nuevo modelo para el aprovechamiento de la energía en las localidades granadinas de Belicena, pedanía de Vegas del Genil, y en Churriana de la Vega, donde se desarrollan trabajos de suministro e instalación de calderas de biomasa. Son dos de los ocho municipios de la provincia donde se ejecutarán estas infraestructuras dentro del Proyecto Mas Sur, cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).
Según informa la institución provincial en un comunicado, el vicepresidente segundo y diputado delegado de Medio Ambiente, José Robles, ha visitado estos municipios para conocer de primera mano los detalles de este proyecto de nuevas instalaciones que supondrá para los ayuntamientos "un ahorro económico importante ya que la inversión realizada se amortiza en uno o dos años". Además, estas actuaciones contribuirán a que "los servicios municipales tengan un mayor nivel de calidad y adecuación a los servicios que se ofrecen, al tiempo que conllevan una menor emisión de dióxido de carbono", ha explicado José Robles.
Indica que este tipo de energía tiene ventajas respecto a otras energías renovables porque es regulable en el tiempo y puede funcionar en todas y cada una de las horas del año. Dada su periodicidad de uso y la absorción de dióxido de carbono por las plantas en su crecimiento, se considera de cero emisiones.
Así, en Churriana de la Vega el proyecto se centra en la piscina municipal, que contará con caldera de biomasa con un silo de almacenamiento para la calefacción de la piscina. El presupuesto planificado para esta inversión es de 49.660 euros de los que el Ayuntamiento de Churriana aportará el diez por ciento. Se trata de una caldera policombustible por lo que puede utilizar tanto biomasa convencional como otro tipo de biomasa local, como puede ser la cáscara de almendra.
Por otro lado, en el núcleo de Belicena, en el municipio de Vegas del Genil, se va a concluir una instalación para suministrar agua caliente sanitaria al polideportivo municipal Las Peregrinas. Está compuesta por una caldera de biomasa de 50.000 kilocalorías y diez captadores solares térmicos con el objeto de intentar aprovechar la energía solar térmica para calentar el agua sin tener que recurrir a la caldera de biomasa. Ésta solo arrancará en caso de que la demanda de agua no pueda ser cubierta por los captadores.
Con este equipo se consigue un mayor ahorro ya que supone pasar de la caldera de gasóleo a la de biomasa. Por otro lado se ahorrará debido a que solo actuará cuando los captadores solares no sean suficientes para atender la demanda de agua caliente sanitaria. La caldera de biomasa colocada es de policombustible por lo que puede utilizar tanto biomasa convencional como otro tipo de biomasa local. El coste total previsto es de 17.660 euros, de los que el Ayuntamiento aportará el diez por ciento.