El alcalde de Granada, José Torres Hurtado (PP), se convirtió este miércoles en el último gran señalado por la corrupción en Andalucía. Agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional le detuvieron a primera hora de la mañana en su domicilio en una operación que emana de las diligencias abiertas por el Juzgado de Instrucción número 2 de la ciudad para tratar de determinar el alcance de la supuesta trama urbanística organizada desde el Ayuntamiento. Junto a él fueron arrestadas otras 15 personas, entre ellas la concejal del área, Isabel Nieto (PP), y se practicaron una veintena de registros, incluidos el propio Consistorio, la vivienda del alcalde y numerosas sedes de empresas.
Puesto en libertad pasado el mediodía tras prestar declaración en comisaría, Torres Hurtado se niega a dimitir. En una rueda de prensa defendió su inocencia, rechazó cualquier atisbo de corrupción durante sus mandatos y anunció que seguirá “trabajando por la ciudad”. Lo tendrá complicado, porque a esa misma hora en Madrid el Comité Nacional de Derechos y Garantías del PP acordaba su suspensión provisional de militancia, sanción que hizo extensiva a Nieto. Poco después, ya en la sede del partido en Sevilla, la dirección regional le exigía la dimisión para “garantizar la estabilidad” del Consistorio.
El futuro de su Gobierno municipal queda también en el aire porque el partido que le servía de apoyo, Ciudadanos, se apresuró a anunciar que se lo retiraba de forma automática, abriendo así la vía para una más que probable moción de censura.
Exdelegado del Gobierno en Andalucía, el hombre de las frases controvertidas y las cuatro victorias electorales consecutivas (las tres primeras por holgadas mayorías absolutas) queda ahora en libertad bajo la condición de investigado, la antigua figura de imputado, y a la espera de conocer si el juez le cita a declarar. Si se produce esa comparecencia, a Torres Hurtado le tocará detallar su presunta implicación en la trama que habría incurrido en una interminable lista de delitos: cohecho, fraude, asociación ilícita, estafa, prevaricación, tráfico de influencias, malversación y falsedad. Por si fuera poco, también se intuye administración desleal e irregularidades en la ordenación del territorio.
Aunque las diligencias son secretas, fuentes de la investigación advirtieron de que el caso, derivado de dos querellas interpuestas en su día por la Fiscalía de Urbanismo y Medio Ambiente de Granada, no se limita sólo al ‘caso Serrallo’, destapado en 2014 y por el que ya tuvieron que declarar la edil Nieto, un promotor y cinco altos cargos. En esa causa se investigan las ilegalidades urbanísticas cometidas en una parcela situada junto al centro comercial del mismo nombre, zona catalogada verde pero sobre la que se autorizó la construcción de un espacio de ocio.
Según esas mismas fuentes, las irregularidades investigadas irían más allá de esa actuación urbanística y estarían relacionadas con la recalificación de terrenos para multiplicar su valor y favorecer así a empresas.
Bronca política
Las detenciones cogieron por sorpresa a todos los partidos. El líder de C’s adelantó la ruptura total del acuerdo de gobierno suscrito con el PP en Granada tras las municipales que aupó a Torres Hurtado de nuevo al sillón de la Alcaldía y anunció que promoverá una moción de censura en su contra. Podemos cargó contra los de Albert Rivera por ser “bastión de la corrupción” y el PSOE reclamó una dimisión inmediata que a última hora del día no se había producido.
Forjador de victorias y de polémicas...
A sus 69 años, Hurtado lo ha sido todo en política: diputado y senador, alcalde y delegado del Gobierno. Nacido en Píñar hace 69 años, es ingeniero agrícola. Ha forjado victorias electorales y también frases polémicas, como cuando proclamó que “las mujeres, cuanto más desnudas más elegantes” o que Juan Ignacio Zoido, exlíder del PP-A y exalcalde de Sevilla, era un rotavator, esa herramienta agrícola “que sirve para todo”.