La Universidad de Granada (UGR) prevé aplicar el próximo curso un "calendario de transición" enfocado a la posible supresión de la convocatoria de exámenes de septiembre para trasladarla al mes de julio, una decisión que la institución docente también cree que reportará beneficios para la ciudad, donde muchos sectores viven del sector universitario.
La previsión es que sea en el próximo Consejo Gobierno de la UGR del mes de junio donde se aborde esta medida, que supondrá que se pasen a julio algo menos de la mitad de los exámenes que hasta ahora se hacían en septiembre, según han informado a Europa Press fuentes de la universidad.
Esta opción transitoria será válida tanto si al final se decide suprimir la convocatoria de septiembre como si no, un asunto que está siendo objeto de un intenso debate con participación de todas las partes implicados y que se prevé prolongar el próximo curso.
Los estudiantes han manifestado su pretensión de apoyar en el próximo Consejo de Gobierno este calendario de transición, después de que en el anterior pidieran una moratoria para estudiarlo con más detenimiento.
Desde la UGR reconocen que se trata de una decisión "importante" que afecta a todos los niveles universitarios, ya que la supresión de los exámenes de septiembre supondría una reordenación del calendario académico que permitiría adelantar el inicio de las clases unos diez días.
También mantendría a los estudiantes en la capital durante el mes de julio, fecha en la que Granada suele tener menos actividad precisamente por la marcha de este numeroso colectivo, del que viven muchos sectores de la ciudad.
Alquileres de pisos, sector alimentario, comercio o servicios de viajes serían algunos de los ámbitos que se podrían ver beneficiados por una medida de estas características.